Si tienes tu dinero en depósitos es porque eres de los que buscan calma. Nada de sobresaltos ni de complicaciones, lo tienes seguro, a plazo fijo, y a dormir tranquilo. El problema es que hay un detalle que fastidia el plan: la inflación no perdona. Aunque tu saldo suba un poco, el precio de la vida sube más y eso significa que, en realidad, cada vez puedes comprar menos con tus ahorros.
Piensa en ello como correr en una cinta de gimnasio. Te cansas, sientes que avanzas, pero sigues en el mismo sitio. Con los depósitos pasa igual: ves los intereses, pero si la inflación está por encima, al final lo que ganas no compensa lo que pierdes por el otro lado.
Qué rentabilidad tienen los depósitos ahora
Hoy lo normal es ver depósitos en torno al 2 % TAE. Los más agresivos llegan al 2,5 % o incluso al 3 % en promociones puntuales, casi siempre en bancos online que quieren captar clientes. Los tradicionales siguen bastante más bajos. Sobre el papel, parece que no está mal. Pero claro, si la inflación va por el 2,7 %, el cálculo es sencillo: aunque el banco te pague intereses, tu dinero vale un poco menos cada año.
Esto no quiere decir que el depósito no sirva. Tiene su función: seguridad, liquidez y tranquilidad. Lo que pasa es que ya no es suficiente por sí solo. Si metes todos tus ahorros ahí, estás asumiendo, sin darte cuenta, que tu nivel de vida va a bajar con el tiempo. Y eso no es precisamente la definición de “invertir bien”.
Qué puedes hacer para no quedarte atrás
La idea no es abandonar los[…]Leer noticia completa en la fuente original
















