Depósitos con cancelación anticipada: cuándo convienen

Cuando contratas un depósito, lo normal es pensar que no tocarás ese dinero hasta que venza. Pero la vida da giros, y a veces lo que parecía seguro deja de serlo. De ahí surgen los depósitos con cancelación anticipada, una opción que promete flexibilidad, aunque no siempre sale gratis. Vamos a ver cuándo convienen de verdad y cuándo no te compensa ni planteártelo.

Cuándo puede ser buena idea

Estos depósitos son útiles si no tienes del todo claro que vayas a poder mantener tu dinero inmovilizado durante todo el plazo. Por ejemplo, si te surgen gastos imprevistos, una reforma urgente o una oportunidad de inversión. En esos casos, poder retirar el dinero antes del vencimiento puede ser una ventaja enorme, sobre todo si la penalización no se lleva por delante todo lo que habías ganado.

En 2025, muchos bancos ofrecen esta opción, aunque con condiciones muy distintas entre ellos. Algunos te permiten cancelar cuando quieras, pero te quitan parte o todos los intereses generados. Otros simplemente reducen el tipo de interés aplicado al periodo en que el depósito ha estado activo. En la práctica, el banco te deja sacar el dinero, pero te “castiga” con una rentabilidad menor.

La clave está en que valores, qué pierdes y qué ganas. Si cancelas demasiado pronto, lo normal es que la penalización te deje con un rendimiento casi nulo. Pero si ya has pasado buena parte del plazo, la pérdida puede ser mínima. Todo depende de los meses transcurridos y de la política del banco.

Por eso, este tipo de depósitos solo merece la pena si la penalización es razonable y si realmente necesitas mantener cierta liquidez. Si tienes un fondo de emergencia aparte,[…]Leer noticia completa en la fuente original

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