Los bolsillos de los países, igual que nos ocurre a los ciudadanos, sufren las consecuencias de las subidas de los intereses. Si a los españoles el repunte del euríbor nos puede encarecer la hipoteca 800 euros este año, a España le va a pasar una factura millonaria la crisis de la deuda soberana.
De hecho, si se cumplen las previsiones de algunos expertos, los agujeros negros de la economía griega, el crash de la banca irlandesa y la reciente caída de Portugal podrían obligar a España a pagar hasta 8.000 millones de euros más por los intereses de su deuda.