El Tesoro español ha sufrido hoy para colocar la emisión de bonos a cinco y siete años. Se ha quedado a las puertas de su objetivo previsto y ha colocado 2.891 millones de euros de los 3.000 previstos. El escaso apetito por el papel español ha obligado al Tesoro considerablemente los tipos de interés.
En concreto, a dos años se han colocado 1.359,21 millones de euros con un interés marginal del 5,302%, frente al 4,483% anterior, y otros 1.074,44 millones al 6,543%, también por encima del 6,195% precedente.
Asimismo, ha colocado 547,69 millones de euros a siete años con una rentabilidad del 6,798%, aunque en este caso no es posible comparar el interés con una emisión anterior.
Castigo del mercado
Al mercado no le ha gustado nada la operación y el miedo se ha desatado tanto en la renta variable como en el mercado secundario de deuda. La primera reacción del Ibex fue volver a los números rojos, aunque superó el susto en apenas una hora y a media mañana volvía a los números verdes con una ligera subida de 0,5%.
Donde el asunto está muy feo es en el mercado secundario de deuda. En él, el bono español a 10 años cotiza por encima del peligroso 7%,e l nivel más alto de la historia del euro y la prima de riesgo ya está en 582 puntos básicos.
Con esta subasta, el Tesoro Público cubrió así ya el 65,2% de las emisiones de deuda a medio y largo plazo programadas para el conjunto del año, por un valor total de 85.900 millones de euros.