Ante una catástrofe humanitaria como la que está atravesando Pakistán, el mundo empieza a solidarizarse, aunque de forma muy lenta.
Las peores inundaciones de su historia del país han dejado un tendal de desplazados tras el avance incesante del agua, y las millones de víctimas de este desastre natural están a la deriva, mientras empieza a temerse el inicio de epidemias ante la fragilidad de las barreras sanitarias.
Para tomar dimensión de la delicada situación que vive Pakistán, millones de personas se encuentran sin hogar, a causa de las inundaciones que devastaron ya, una quinta parte del país, donde ya se han contabilizado 1.500 muertos.
En estos momentos, las zonas afectadas están pobladas por ocho millones de personas que necesitan comida, refugio y agua potable en momentos que crece el temor de la propagación de enfermedades como el cólera, la fiebre tifoidea y la hepatitis.
Las inundaciones destruyeron pueblos, granjas e infraestructura, y la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA) sostuvo que más de 650.000 familias se quedaron sin techo y ahora sobreviven en campamentos para desplazados, aunque ya es común la falta de higiene y los mosquitos.
Una de las organizaciones que ha emprendido inmediatamente esta ayuda ha sido ACNUR. Si eres uno de los interesados en colaborar, consigue de regalo la pulsera solidaria solo por registrarte. Así ayudas a la gente afectada por las inundaciones de Pakistán.