Datos bastante desalentadores los que hoy ha presentado el secretario de política sindical de UGT de Cataluña, Camil Ros. En los últimos seis años, es decir, desde un año antes de la crisis, la comunidad catalana tiene 567.099 puestos de trabajo menos, o lo que es lo mismo, un 16,86% del total. El mercado laboral, por tanto, ha pasado de 3,3 millones en el 2007 a 2,8 millones en la actualidad. Unas cifras cuanto menos bastante significativas de lo que viene siendo la crisis en Cataluña.
Sin embargo el Gobierno español viene en las últimas semanas anunciando que asistimos a una progresiva mejora económica en todos los sectores. Lo cierto es que la recuperación en el empleo creo que no entra entonces en ninguno de los sectores a los que alude el Gobierno, visto lo visto.
Cataluña es tan solo un ejemplo de que la reforma laboral no ha servido para acabar con la destrucción de puestos de trabajo. No ha habido ni siquiera un año desde el pasado 2008 en el que se hayan visto visos de mejora. La sangría ha sido cada vez más apremiante, y si el año pasado se perdieron más de 75.000 empleos, este año la cifra ha rondado los 71.000. Es decir, se mantienen los parámetros. ¿Dónde está entonces la mejora?
¿Recuperación económica?
La construcción sigue siendo el sector más castigado a la hora de pérdidas de empleo, seguido por la industria, la agricultura y los servicios. Lo de la construcción precisamente ha sido sangrante: en Cataluña, entre el 2007 y el 2013, se han perdido más del 57% de los puestos de trabajo existentes.
¿Estamos pues en fase de recuperación económica?, ¿hemos tocado fondo? En Cataluña tienen claro a la vista de estos números que las cifras macroeconómicas que maneja el Gobierno no reflejan la realidad de lo que sucede. Ante estos datos evidentemente hay que ser muy temerario para apuntar que estamos llegando a ver la luz al final del túnel. Ni siquiera pensar en poder verla. El paro sigue creciendo, y solo el espejismo del verano nos salvará un poco de los números que próximamente veremos.
Por cierto, y un último apunte: curioso que a pesar de esta situación Cataluña sea la tercera comunidad autónoma con los salarios más altos de España.