Según una encuesta reciente, más del 80% de las personas no son felices en el trabajo. Y eso ya es bastante, ya que la gente común pasa la mayor parte del tiempo en su trabajo. Por ende, esa gente no es feliz en la mayor parte de su día.
La principal causa de ello es que la gente siente que su desempeño no es debidamente reconocido y por tal motivo, la posibilidad de crecer, mejorar su ingreso y desempeñarse en una atmósfera de buen clima no parece ser posible.
Sin embargo, todo puede revertirse, según dicen algunos especialistas en temas laborales consultados por el periódico argentino clarin.com. La posibilidad de unir placer y trabajo, coincidieron todos, depende de la actitud que adopte el empleado ante ciertos desafíos diarios. Dicho de otra manera, ser feliz depende, en gran medida, de nosotros mismos.
Aquí os acercamos una serie de consejos y claves para ser felíz en el trabajo:
- Destacar los logros: Si parece que el jefe “no ve” los aciertos, entonces tal vez le corresponda al empleado hacerlos visibles. Los expertos denominan endomarketing personal a esta acción, y no es otra cosa que ocuparse uno mismo de hacer evidentes los esfuerzos realizados. Una buena idea es llevar un registro de los objetivos alcanzados, de tal manera de poder comunicar al supervisor como se aportó a la empresa.
- Tener objetivos claros y alcanzables: Es importante que la exigencia y el ideal que se busca alcanzar no resulten abrumadores. Para esto es necesario conocerse, entender cuáles son nuestros propios límites, para poder identificar las metas personales y delinear los métodos para alcanzarlas.
- Saber pedir un aumento: lo económico tiene que ver con el desempeño, por eso es necesario entender cómo impacta mi trabajo en la economía de la empresa antes de pedir un reconocimiento económico. Entonces, en vez de decir «merezco un aumento porque hice esto”, quizás es más efectivo arrancar con “logré este objetivo y eso le permitió a la empresa generar tantos ingresos”. La lógica es la misma pero el camino es mucho más impactante de esta manera.
- Ponerse la camiseta:El logro de una identidad con la tarea, el equipo y el lugar de trabajo ayuda a dejar de lado experiencias traumatizantes y, por lo tanto, a sobrellevar la tarea laboral con alegría. Sentirse parte del proyecto desde adentro es un aliciente encantador.
- Huir de los jefes tóxicos: Se trata de personas que gozan humillando al empleado, que les gusta destacar los errores en público y jamás mencionan los logros. Ellos son insaciables: nada es suficiente, siempre falta más y se pasan gran parte el tiempo respirándoles a los empleados muy cerca de la nunca. Cuidado, que no hay que confundir a un jefe tóxico con un jefe exigente, que sabe ejercer el liderazgo y mejora las capacidades de su subordinado. Si uno no puede mejorar la relación con ellos y siente que trabajar es un infierno, entonces quizás sea el momento de dejar ese trabajo y cambiar de aires.
- Optimizar el tiempo:Es necesario organizarse para poder cumplir las tareas diarias sin abrumarse. Hay diversas formas para lograrlo: tomarse 10 minutos al comienzo del día para pautar qué se va a hacer durante esa jornada, o armar un listado con actividades y luego utilizar colores a modo de código, de acuerdo a la prioridad de las tareas (las urgentes, las que pueden esperar para mañana y las que pueden esperar un par de días)
- Lidiar con compañeros competitivos: lo mejor en estos casos es demostrar que uno no está interesado en competir, porque tiene las miras puestas en otros objetivos. Se le puede hacer ver que lo que uno busca es sumar y trabajar en equipo. Si aún así la situación no mejora, los expertos recomiendan alejarse de esas personas y armar un grupo contra las malas energías.
- Ser proactivo: Generar trabajo y proponer ideas en vez de esperar que el jefe designe las tareas, buscando constantemente formas de desarrollo y aprendizaje, sin esperar que la empresa le brinde al empleado en bandeja todo lo que necesito.
- Combatir el aburrimiento: En este punto en particular, depende mucho de la personalidad de quien haga esa tarea. Si la persona tiene un perfil creativo y emprendedor y todos los días tiene que cargar una misma planilla, evidentemente está en el lugar equivocado y será conveniente que cambie de empleo. Pero hay trabajos que por más motivantes que sean, implican hacer, cada tanto, una misma tarea. La mejor forma de luchar contra el aburrimiento es arrancar primero con lo más aburrido para sacárselo de encima.
- Aprender a cortar: Mucha gente se queja de tener trabajos absorbentes. Tienen horario de entrada pero casi nunca saben a qué hora saldrán. Es importante establecer pautas de trabajo: horarios, condiciones y objetivos. Hay que aprender a poner algunos límites, incluso para aquellos que trabajan por cuenta propia.
¿Se ha reconocido en alguno de estos puntos? Es interesante destacar que seguramente cualquiera de nosotros puede mejorar la forma de trabajar, de tal manera que todas las mañanas, al levantarse, al menos sea con una sonrisa. Esa, señoras y señores, es la mejor forma de comenzar el día.