Cómo elegir tu primer ETF: filtros clave para no equivocarte (y dormir tranquilo)

Si estás mirando tu primer ETF y te preguntas por dónde empezar, tranquilo. No quiero asustarte, pero sí que lo tomes con algo de cabeza. Un ETF es una herramienta potente —pero como toda herramienta, si no sabes usarla, puedes acabar haciéndote daño. Con este post quiero que te sientas acompañado, que entiendas lo básico sin que te salgan vocablos de economía en la cabeza. Vamos al lío.

Mira, lo primero que debes tener claro es que un ETF es como un tupper lleno de acciones o bonos que cotiza en bolsa, y lo compras y vendes como si fuera una acción más. Eso te da una diversificación automática y buen nivel de transparencia, porque ves lo que hay dentro y cuánto vale en tiempo real. Además, sus comisiones suelen ser bajísimas, por lo general entre el 0,15 % y el 0,3 % anual, así que no te están comiendo la rentabilidad por culpa de comisiones altas.

Qué tener en cuenta para elegir bien

Lo primero: mira el TER, el ratio de gastos totales. Es lo que te van a cobrar cada año por gestionarte el ETF. Está muy bien que sea barato de entrada, pero si ese 0,1 % escondiera letra pequeña, cuidado. Luego, fíjate en el índice que replica, porque no todos son iguales: puede ser un MSCI World, un índice de emergentes, un sector tecnológico… Es decir, elige lo que encaje con tus objetivos, no lo que suene más chulo. Muy importante también es que el ETF tenga suficiente antigüedad, volumen y liquidez, esto no es un mercadillo: necesitas poder entrar y salir sin problemas, y que el fondo no corra el riesgo de cerrar.

Leer noticia completa en la fuente original

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.