El BCE ha sorprendido con su introducción de un nuevo billete con una serie de innovaciones en materia de seguridad como, por ejemplo, la marca de agua y un innovador holograma con retrato así como número verde en esmeralda.
Así data el mismísimo presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi,que anunció hoy que la entidad va a introducir un nuevo billete de 5 euros a partir de mayo de 2013 y posteriormente de otras denominaciones.
No obstante, los billetes de la primera serie se preponderan indefinidamente su valor y podrán ser alternados durante un período ilimitado en los bancos centrales de cada país. El diseño aún no es definitivo, se conocerá el 10 de enero de 2013 y las entidades de crédito comenzarán a ponerlos en circulación en sus ventanillas y en máquinas distribuidoras de efectivo en mayo del año que viene.
El BCE confirmó que tanto los colores como los motivos de los distintos billetes serán los mismos. Mientras se retiran de forma paralela, a través de los bancos centrales del Eurosistema, los de la primera generación.
Lo realmente importante es, si se procederá a la inmensa mejora que supondría, tanto en materia fiscal, como en lucha contra el narcotráfico, como en dinero negro, si se avalará de aquí a su inicio, la eliminación de billetes de 500 euros. Y yendo aún más allá, nivelar el nivel al USD, en materia de valor, limitar el billete a 100 euros como máximo.
Pero lo predispuesto, es seguir el cauce de la serie con los billetes Europa tendrán las mismas denominaciones que la anterior -5 euros, 10 euros, 20 euros, 50 euros, 100 euros, 200 euros y 500 euros- y se introducirán en orden ascendente, por lo que el de 10 euros seguirá al de 5.
Tras la desaparición del billete de 1.000 dólares, el de 500 euros es el de mayor valor a nivel mundial y advierten de que el blanqueo de dinero muy a menudo recurre al efectivo.
En lo que respecta a la lucha contra la evasión de impuestos y los paraísos fiscales, se proponen lista de “territorios no cooperativos” y se obligue a las sociedades cotizadas y a las entidades financieras a informar detalladamente de sus relaciones con estas jurisdicciones no cooperativas en materia fiscal, así como la posibilidad de imponer a los bancos con actividades en dichos territorios mayores obligaciones en términos de fondos propios.
Asímismo, se podría plantear el cambio de billete de 5 euros por monedas del mismo valor, invirtiendo en seguridad y duración de divisa. Los billetes suelen ser deteriorados al cabo del tiempo, mientras que las monedas, así como su superficie, alcanzan la friolera de décadas, e incluso siglos.
Pero, hay quien no conoce fronteras ni horizontes. Hay quien mira más allá de la innovación y propuestas como tales. En muchos países, las tarjetas de débito y de crédito están reemplazando al dinero en efectivo. En Suecia, se debate si surprimirlo totalmente para reducir la delincuencia.
El Banco Central de Suecia no tiene una posición en este debate.
Sin embargo, en un discurso que hizo a principios de año, el subdirector del banco, Lars Nyberg, subrayó el mayor costo para la sociedad de las transacciones en efectivo, comparadas con aquellas hechas mediante tarjeta de crédito o débito.
Esto se resumió en que el costo de utilizar efectivo estaba aumentando en vez de decrecer.
Sin embargo, hay quienes defienden que el efectivo sobrevive, en parte, gracias a que mantiene nuestra privacidad.
La mayor ventaja, en una era electrónica es que el dinero es anónimo y no nos dice nada respecto a dónde ha estado alguien.
«Si es imposible pagar con dinero, también es imposible no dejar rastros electrónicos. Cuando se ensamblan las huellas electrónicas de lo que uno va comprando, éstas pueden contar nuestra historia completa. Esto es información muy delicada», aseguran desde Suecia.