Cómo saber si pagas mucho por el alquiler

El alquiler es uno de los gastos más altos que tienen las familias hoy en día, y en caso de no tenerlo la hipoteca. Dependiendo de la zona, este alquiler puede ser más o menos caro, también el estado de la casa, si es reformada o no, si está amueblada, o si incluye algunos gastos. El precio puede ser algo variable, pero más o menos tiene que estar en torno a un nivel concreto si están en la misma zona. Las estafas en alquileres son muy comunes, tanto por parte de los propietarios como de los inquilinos. Por eso lo más importante es hacer un contrato revisado por ambas partes y por especialistas.

Para buscar una casa en alquiler, es importante conocer muy bien el mercado. Comparar todas las casas de la zona, y también el precio del metro cuadrado estipulado. Es posible que varíe de unas webs a otras, ya que muchas de ellas se especializan en este sector. No está de más intentar negociar el precio, la mayoría de los propietarios suben el precio para poder bajarlo después y tener más margen.

 

Antes de decidirse por una casa/piso por supuesto hay que ir a visitarlo, y comprobar que todas las características que incluye el anuncio son verídicas. A la hora de negociar el alquiler, hay que preguntar con exactitud qué incluye, como luz, agua, comunidad, etc. 

• ¿Compensa reformar un piso que vas a alquilar?

Todo esto podrá y deberá ser incluido en el contrato, además de la responsabilidad en caso de desperfectos o de mal funcionamiento de algún electrodoméstico de la casa. El pago del alquiler debería de suponer un 30% de los ingresos de la familia, pudiendo llegar hasta el 50% si se incluyen facturas y demás. Es un desembolso demasiado alto como para pagar más de lo que se debería por ello.

Aunque ya hayamos alquilado la casa, no hay que dejar de mirar el mercado y las casa/pisos de características parecidas, ya que a la hora de renovar el contrato, podremos renegociar las condiciones o el precio, en caso de que este haya bajado por la zona o si lo ha hecho el metro cuadrado. No olvidar las posibles deducciones en la declaración de la renta tanto para los inquilinos como para el propietario, así como las ayudas que ofrecen por el alquiler.