Hace unos días recibí en Asser la llamada de un empresario apurado. Y su caso no es aislado por desgracia. En la época de los 90 era algo más habitual que hoy en día, ya que el empresario solía ser más descuidado en este tipo de casos y se prestaba a caer en este tipo de chantaje. Su problema comenzó al recibir la visita de una mujer que quiso cubrir el puesto de trabajo que ofertaba. Llegaron a un acuerdo salarial, acordaron el tipo de jornada y quedaron en que al día siguiente la trabajadora comenzaría a trabajar. Al día siguiente, efectivamente, la trabajadora se presentó en su puesto y trabajó durante sus horas acordadas. Nada que reseñar.
El problema llegó al día siguiente, y al siguiente, hasta el cuarto día. La trabajadora se presentó en su lugar de trabajo diciendo que era alérgica a un determinado material que tenía que manipular en el puesto de trabajo y que, evidentemente, era imposible mantener la relación laboral. Preguntó al empresario si tenía listo su contrato y su alta y el empresario contestó que no le había dado tiempo a preparar la documentación (actualmente no cuenta con los servicios de un gestor y no supo reaccionar). Como consecuencia, la trabajadora le dijo que quería cobrar varios meses por adelantado con la amenaza de denunciar al empresario por no darle de alta ni formalizar el contrato por escrito.
El susto del empresario fue estupendo y al consultarnos le indicamos que, efectivamente, el alta se debió producir en el mismo instante que la trabajadora comenzara su primera jornada laboral y que, muy probablemente, sus problemas no hubieran llegado si hubiera contado con los servicios de un buen asesor o abogado. Por ahorrarse unos cuantos euros puede enfrentarse a enormes sanciones, o a acceder, y cumplir las exigencias del trabajador.
Es muy importante siempre preparar el alta un día antes de que el trabajador pise siquiera su puesto de trabajo, y formalizar el contrato escrito y registrarlo ante los Servicios Públicos de Empleo antes de 10 días, ya que de no hacerlo incurriremos en sanciones y podemos caer en el chantaje que comentamos en esta entrada. Contar siempre con una asesoría o gestoría de probada solvencia le permitirá dedicarse a su negocio y a no preocuparse de este tipo de trámites que se prestan a error con mucha más frecuencia de la que se pudiera creer.
Aprovecho la ocasión para desearles a todos un feliz verano y que tengan una vacaciones reparadoras. Nos vemos en Septiembre.
Feliz Verano!!
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