El bombo y platillo que se está dando a la subcomisión del Congreso que estudiará modificar la Ley Hipotecaria puede terminar dando una melodía muy desafinada. Primero, porque el calendario prácticamente impide ningún cambio. Y segundo, porque el impacto en el sistema financiero sería insostenible.
Desde ayer, el Congreso cuenta oficialmente con una subcomisión cuyo único cometido es estudiar posibles mejoras de la Ley Hipotecaria. Entre otras, la posibilidad de saldar la deuda con la entrega de la vivienda.
El problema es que, detrás de todo el bombo y platillo que se está dando a este grupo, todo apunta que tanto ruido apenas quedará en eso: mucho ruido; pero pocas nueces. Hay cinco razones fundamentales para pensar así.