Los «nini» son jóvenes que ni estudian ni trabajan, y aunque las estadísticas de desempleo han ido mejorando en muchos lugares, este grupo demográfico sigue siendo una preocupación en varias partes del mundo. A pesar de la aparente mejora en el mercado laboral, uno de cada diez jóvenes sigue estando en esta categoría. Analicemos las razones detrás de este fenómeno.
En qué consiste este fenómeno
La educación no garantiza empleo. Muchos jóvenes se gradúan de la universidad o de centros de formación técnica con la esperanza de encontrar un empleo estable. Sin embargo, se encuentran con mercados laborales saturados en ciertas áreas, o descubren que sus habilidades no son las demandadas. El desajuste entre formación y demanda laboral. El mercado laboral ha experimentado cambios rápidos, con ciertos sectores, como la tecnología, demandando habilidades muy específicas. Muchos jóvenes, aunque educados, no poseen las competencias exactas que se requieren, lo que puede prolongar su búsqueda de empleo.
Precariedad laboral. Aunque hay trabajos disponibles, muchos de ellos son de carácter temporal, con bajos salarios y sin beneficios laborales. Esto puede desincentivar a los jóvenes a incorporarse al mercado laboral, prefiriendo esperar oportunidades más estables. Falta de experiencia. La conocida paradoja de «necesitas experiencia para trabajar, pero nadie te da la oportunidad para adquirirla» sigue siendo un desafío. Muchas empresas buscan candidatos con experiencia, lo que deja fuera a jóvenes recién graduados.
Desmotivación y falta de orientación. Algunos jóvenes pueden sentirse desmotivados o perdidos en cuanto a su dirección profesional. Sin una guía adecuada sobre las oportunidades de estudio o empleo, pueden quedarse estancados. Cambio en las prioridades personales. Para algunos jóvenes, los objetivos personales han cambiado. Quizás prefieran emprender, viajar, o dedicarse a proyectos personales antes de incorporarse[…]Leer noticia completa en la fuente original