La recuperación económica de España es tema de interés y portada en muchos medios de comunicación mundiales. Es habitual conocer cada mes, nuevos y mejores datos que indican que el camino es el correcto y que ya dejamos atrás los meses de caídas y de niveles más que deprimentes. Aunque aún nos queda camino para llegar a niveles de antes de 2008, los datos de crecimiento para este año 2015, y también para el 2016 son más que satisfactorios.
Según el último informe de crecimiento económico de la Caixa Research, el economía española ha consolidado su recuperación. La demanda interna, gran impulsora de estos datos, llevó a un crecimiento intertrimestral del 0,8% durante este primer trimestre de 2015. La previsión de crecimiento del PIB para este 2015, llega al 2,8%, aunque lo más previsible es que vaya variando a lo largo del año, según vayan influyendo algunos acontecimientos externos, no distará mucho de este porcentaje.
Compra de deuda BCE
El efecto más que positivo del QE, la compra de deuda por parte del BCE, ha impulsado los datos de la economía española. La mejora de las condiciones de financiación, con mayor acceso al crédito; la bajada de los precios del petróleo, con el aumento de ahorro; o la depreciación del euro, con el consiguiente abaratamiento de los costes y de las exportaciones son los factores fundamentales.
Pero, como ya hemos avanzado en el informe mensual de la economía mundial de la Caixa Research, estos factores son temporales, y es necesario darse prisa en las reestructuraciones y cambios, para que podamos mantener estos buenos niveles más a largo plazo.
Confianza y aumento del consumo
Un clima optimista y de confianza, ayuda a una mayor inversión empresarial, que apoya una buena evolución futura del ámbito de la empresa. Buenos indicadores de consumo, como las ventas minoristas y el gasto privado, además de una subida del consumo por encima de la renta disponible, lo que supone un descenso del ahorro.
A pesar de lo que muchos puedan pesar de la bajada del ahorro, viéndolo como un factor negativo, es posible darle la vuelta, y pensar en el uso de activos financieros por parte de las familias españolas, que habían reservado para tiempos peores, como lo era la recesión.
Inflación, mercado de trabajo y exportaciones
La bajada de los precios del petróleo, un aumento moderado de la inflación, que sigue en niveles negativos y una esperada subida (muy moderada) del precio del crudo, llevan a un aumento de la demanda interna y a la depreciación del euro.
También el mercado de trabajo refleja esta situación, con nuevas afiliaciones a la Seguridad Social, reformas del mercado de trabajo, así como los costes salariales de los más bajos de la Unión Europea, que no supuso pérdida de poder adquisitivo para los consumidores debido a las tasas negativas de inflación. El sector público cierra con un déficit del 5,7%, siendo el objetivo para terminar el año del 4,2%.
También encontramos una diversificación de las exportaciones, con cambios importantes en el sector servicios, a pesar de los buenos datos de turismo, el peso de los servicios de «no turismo» lo supera. 6,5 millones de turistas llegaron a España entre enero y febrero de este 2015.