Los números no mienten. Y las cifras al cierre de los primeros nueves meses del año confirman y aumentan lo que ha sido una constante desde que empezó la crisis en 2007: las cajas de ahorros están soportando mucho mejor que los bancos la depresión de los fondos de inversión, que desde el cierre del año mencionado han perdido el 39% del patrimonio gestionado.
Sólo en 2010, el patrimonio de las cinco mayores gestoras de cajas –La Caixa, Ahorro Corporación, Caja Madrid, Ibercaja y BBK- ha perdido una media del 3,74%. Por contra, los cinco grandes bancos han sufrido un desplome del 16,3%.
Aunque es verdad que la cifra está condicionada por la espectacular subida del grupo catalán – el único que gana patrimonio entre los diez grandes nacionales-, no lo es menos que Ibercaja y BBK apenas pierden un 3,32% y un 3,54% respectivamente, que Ahorro se deja un 8% y que sólo Caja Madrid sufre números rojos de dos dígitos, del 16% exactamente.
Una circunstancia, esta última, de la que no escapa ningún gran banco. BBVA pierde un 23,27%, Sabadell y Bankiter entre el 17% y el 18%, Popular un 12,3% y Santander –que ha recuperado el liderazgo del sector en detrimento de su gran rival presidido por Francisco González- algo más de un 10%.
La guerra del ahorro
Si se analizan las cifras desde que terminó 2007 y empezó lo más duro de la crisis, no cabe duda de que las cajas han conseguido detener mucho mejor que los bancos la salida del ahorro desde los fondos de inversión hacia, fundamentalmente los depósitos.
Mientras los cinco grandes bancos han perdido en los últimos 33 meses el 46,3% del ahorro que les habían confiado los ahorradores para invertir en fondos, el quebranto para las cajas un supera el 26,7%. Sin embargo, este desequilibrio entre bancos y cajas tiene muchos matices.
El más importante es que los primeros han hecho una apuesta más decidida por los depósitos que las segundas, lo que ha provocado que muchos de los clientes que habían adquirido sus fondos más conservadores –de dinero, que invierten en renta fija a muy corto plazo, sin riesgo- hayan huido a la caza y captura de más y mejores rentabilidades, con ofertas que alcanzan el 4%.
De hecho, Caja Madrid parece comportarse como un banco al registrar la mayor fuga de dinero en sus fondos, que intenta compensar con un depósito al 4%.
Mientras los bancos han soportado los rigores de la crisis sin grandes reestructuraciones –sólo se ha producido la fusión de Sabadell y Guipuzcoano- las cajas se han embarcado en un proceso de reestructuración sin precedentes.
Un ajuste duro que se ha saldado con una docena de fusiones y dos víctimas: Caja Castilla La mancha y Cajasur tuvieron que ser intervenidas por el Banco de España.
Sea más o menos premeditado por los bancos el trasvase de ahorro desde los fondos hacia los depósitos, algunas entidades empiezan a ver cómo sus cifras de patrimonio gestionado en fondos alcanza niveles preocupantes. Antes del comienzo de la crisis, ocho de las diez mayores gestoras del país gestionaban más de 8.000 millones de euros. Hoy, cuatro de ellas –Ibercaja, Sabadell, Bankinter y BBK – están por debajo de los 5.000 millones.