Los swap, pueden definirse como un instrumento derivado que formaliza el acuerdo mediante el cual dos partes deciden intercambiar flujos monetarios en el tiempo. Más precisamente, donde se comprometen a intercambiar una serie de flujos de dinero en una fecha futura.
Dado que las variables que pueden utilizarse para formalizar dicho intercambio son varias, podremos encontrar swaps sobre divisas, sobre índices bursátiles, sobre materias primas o sobre tipos de interés.
Son éstos últimos los que nos ocupan en la entrega del día de hoy. Para entender el funcionamiento de un Swap sobre tipos de interés, tal vez, al lector se le simplifique si lo definimos como una permuta. En esta ocasión estaríamos hablando de una permuta financiera.
En un swap de tipos de interés los que las partes acuerdan es un intercambio mutuo de pagos periódicos de intereses nominados en la misma moneda y calculados sobre un mismo principal pero con tipos de referencia distintos. En general, una parte acordará el pago en base a un tipo de interés fijo y la otra lo hará a tipo de interés variable en función de algún indicador, como la Libor o Euribor.
Otra de las posibilidades es que en lugar de utilizarse un Swap fijo contra variable o coupon swap como el recién descrito, las partes acuerden intercambiar Swap variable contra variable, lo que se denomina basis swaps. En este caso se intercambian dos flujos de intereses calculados a tipo variable, sobre bases distintas como por ejemplo el EURIBOR 3 meses contra el EURIBOR 6 meses, o EURIBOR 3 meses contra el LIBOR a 3 meses, etc.
La utilización de estos instrumentos no para de crecer, tanto a nivel mundial como de España. A nivel de los particulares, los swaps resultan una herramienta muy útil para cubrir riesgos en los movimientos de los tipos de interés, ya que se toma una posición de riesgo para compensar otra de igual cuantía, pero opuesta.
En una perspectiva de tipos de interés variables al alza, los swaps pueden utilizarse como un instrumento de protección, aunque también puede ser utilizado para tomar posiciones de riesgo basadas en nuestras suposiciones sobre la evolución futura de dichos tipos.