En estas últimas semanas, el tema de los desahucios está presente en todos los medios de comunicación y en las conversaciones de la calle. Hay un sentimiento generalizado de que la situación debe cambiar y dar más protección a la gente, frente a la mala praxis que adoptan los bancos cuando no es posible hacer frente a las hipotecas. Si esto es así, es porque ya hay más de 300.000 familias desahuciadas y la situación se hace insostenible. No es raro que a nuestro lado alguien este viviendo ese drama en primera persona, e incluso, podemos ser nosotros los siguientes. ¿Qué hacer si no podemos pagar nuestra hipoteca?
María lleva tres meses sin pagar la letra de su hipoteca por haber perdido su empleo. Tiene 55 años y no la llaman ni para una entrevista de trabajo. Está paralizada, no ha dicho, ni ha hecho nada para poner solución al problema que se le avecina. Y lo cierto es que como María, hay muchos españoles atravesando una situación parecida y que suelen callar ante lo que consideran una vergüenza. Esto les hace llegar a una crisis tan extrema que no pueden ver más allá del problema que se les viene encima. Por ello, si en estos momentos te encuentras en una situación parecida, la manera de afrontar el problema determinará las consecuencias finales.
Me van a desahuciar, ¿Qué puedo hacer?
En primer lugar, es importante que encares el problema con prontitud, no esperes a que la situación se haga insostenible. Busca alternativas como reestructurar tu deuda, reducir las cuotas o aumentar el número de años a pagar. Negocia las condiciones con el banco teniendo en cuenta que no le interesa quedarse con la vivienda. El banco prefiere cobrar lento pero seguro.
El segundo paso, y cuándo ya sepas con certeza que no puedes afrontar la deuda, es informarte sobre el interés que te van aplicar por demora y trata de solventarlo cuanto antes para que el monto de la deuda no siga aumentando. Explica el problema, pide ayuda si es necesario. No te avergüences, cada vez hay más personas en tu misma situación y de esta lacra ninguno estamos a salvo.
Si aún así, no puedes hacer frente a las letras, debes saber que el tiempo corre en tu contra. El banco comienza a poner en marcha la maquinaria desde el primer impago y suele concluir en uno o dos años después, con la subasta de la vivienda y tu consiguiente desalojo. Debes saber que si el banco no logra saldar la deuda con la subasta, seguirá reclamándote el importe restante, e incluso, irá contra tus avalistas. Trata de vender la vivienda por tu cuenta, aunque sea a un precio más bajo de lo que te costo. Ganarás tiempo y saldarás por tu cuenta parte de la deuda.
Si lo hecho no ha servido para nada y ya estás al borde del desalojo, ponte en contacto con personas en tu misma situación y asociaciones como la Plataforma de Afectados por la Hipoteca que te darán asesoramiento y apoyo para afrontar el proceso. Llegados a este punto debes considerar una victoria si el banco te deja entregar la vivienda y cancela la deuda.
Estos pasos que en teoría parecen fáciles de seguir, son bastante arduos para personas que no están acostumbradas a lidiar con la administración, bancos y la justicia, por lo que están cargados de un drama social en el que cientos de personas están inmersos. Por ello, desde la sociedad, cada vez más, esperamos que el gobierno adopte medidas para regularizar la situación y poner fin a una de las consecuencias más nefastas que ha provocado la crisis en nuestro país.