Invertir en oro es la mejor manera de obtener estabilidad a largo plazo. Se trata de un bien cuyo valor suele crecer con el paso del tiempo y que puede adquirirse de muchas maneras y en muchos formatos.
Comprar oro representa una de las inversiones históricamente más seguras del mercado. Y si bien el patrón oro ya no se utiliza, son muchos los bancos y organismos que emplean reservas de oro para garantizar su valor y capacidad financiera.
En España, el sector se encuentra altamente profesionalizado y dispone de todas las opciones existentes para invertir en este metal. Estas opciones pueden categorizarse entre la compra para el ahorro o la inversión bursátil.
Asimismo, puede considerarse, según el método de compra, de dos maneras: la compra del metal físico —lingotes, láminas, monedas, joyería, etc.— y la compra del metal digital —acciones, ETF, títulos, etc.—.
El oro puede ser comprado en mercados primarios, lo que suele ser lo más recomendable. En estos casos, la compra se garantiza con certificados de valor y pureza que determinan a ciencia cierta que se trata de un metal de calidad.
Por otro lado, el oro puede comprarse en mercados secundarios en los que esto puede o no ser así. La ventaja de este tipo de inversión en oro es que su precio puede ser más económico que en mercados primarios, en los cuales se emite un certificado de valor.
Dependiendo de nuestras necesidades y objetivos particulares, debemos elegir cómo adquirir el metal. En el caso de la compra de oro físico, debemos considerar que se trata de la opción más segura y eficaz de salvaguardar nuestro patrimonio ante la incertidumbre.
Sin embargo, también debemos considerar que la compra de oro físico requiere de un mayor esfuerzo y capacidad logística: la persona debe poder evaluar la calidad del material y disponer de transporte, seguridad[…]Leer noticia completa en la fuente original