Según informan algunos expertos, parece ser que el precio del oro podría alcanzar los 2.400 dólares, en base a previsiones inflacionistas.
Dado el acopio del metal que realizan muchos bancos centrales e inversores privados, así con la demanda creciente de economías emergentes, como China e india, según informó Oro Direct; se espera que la escasa circulación en el mercado genere un aumento de su precio.
A través de un comunicado, el grupo explica que el oro, además de un valor seguro para refugiarse en tiempos de crisis, demostró haber sido un instrumento de inversión de altísima rentabilidad. Esto explica básicamente el por qué de su incremento en la demanda.
Oro Direct subraya que la rentabilidad del metal en los diez últimos años superó a la de los fondos de inversión, con un 0,85% anual inferior a la inflación, y a la de los bonos del estado a diez años, del 6,3% anual.
Si lo comparamos contra estos productos financieros, el precio del oro se multiplicó por tres, y 1.000 euros invertidos hace diez años podrían venderse hoy por 4.000.
Parece descomunal, pero es cierto. Invertir en oro ya no es una herramienta de seguridad, sino una inversión real y palpable al mediano y largo plazo. Pocas y contadas con los dedos de las manos, son las veces que ha perdido valor. Por ende, hay que estar atentos a las bajadas para comprar, porque estaremos seguros que tendrá una recuperación proporcionalmente mayor, en poco tiempo.