En este momento de fuerte incertidumbre es difícil encontrar consenso en cuanto al comportamiento futuro del Euribor, el indicador más utilizado como referencia en las hipotecas a tipo variable en nuestro país.
Es que a principios del año, las expectativas situaban al Euribor en torno del 1,70% al 2,00% para fin de este año, teniendo en cuenta un escenario con fuerte restricción del crédito, pero sin subas del tipo de interés.
Con posterioridad y al avanzar 2011, el contexto político que se desarrolló en varios países de Oriente, ha provocado una escalada del petróleo, la cual ha avivado la llama de la inflación. Esta situación y la posible suba generalizada de los precios más allá de los limites previstos por el Banco Central Europeo, ha impulsado a que su presidente anuncie la posibilidad de tener que incrementar los tipos de interés antes de lo previsto. De hecho, se manejó la hipótesis de un aumento de los mismos en el mes de abril de 2011.
Esta posibilidad fue rápidamente recogida por el Euribor, el cual adelantándose a los acontecimientos, marcó las mayores subas intradía en la historia. Rápidamente el Euribor dejó muy lejos el 1,526 con el que cerró el año, y pronto alcanzó niveles superiores al 1,90%, los cuales en promedio dejaron entrever un cierre, en el mes de marzo por encima del 1,80%.
De esta forma, las previsiones iniciales fueron rápidamente revisadas al alza, y mientras algunos analistas se dejaron llevar por la vorágine del momento y anunciaron que el euribor subiría más allá del 2,50% o 3,00% a fin de año, otros se mantuvieron más cautelosos y defienden que el indicador no rebasará el 2,00 o 2,25% en diciembre de 2011.
Quienes han mostrado una postura más moderada, sustentan sus expectativas en la rápida reacción del euribor, que adelantándose a la subida en los tipos de interés, se disparó durante la primer quincena del mes de marzo de 2011. De esta forma, y como consecuencia del efecto adelantado, defienden que el Euribor no subirá mucho más allá de este nivel en el momento en que la suba del precio oficial del dinero se haga efectiva.
Por el momento el terremoto y tsunami que se produjeron en Japón han provocado que el Euribor se relaje. La profundidad del efecto económico que esta catástrofe natural provocará en el mundo, aún no pueden ser cuantificados en forma certera. Esto ha llevado a las máximas autoridades monetarias europeas a analizar con mayor profundidad la conveniencia de una suba de los tipos de interés en este momento. De esta forma, el aplazamiento de la decisión por parte del BCE, provocó un efecto refrescante en el sobrecalentado mercado interbancario, y con ello, el Euribor ha mostrado ligeros descensos en las últimas sesiones de la semana pasada.
A nuestro criterio, sin duda, el Euribor, continuará su tendencia alcista durante este año, aunque no esperamos grandes variaciones en su cuantía. Nadie ignora el efecto que una subida del indicador, al 2,25% o 2,50% a fin de año, sumado a la suba de los diferenciales aplicados sobre el mismo, provoca en la cuota de la hipoteca y en consecuencia, en el bolsillo de los españoles, sin embargo, estas cifras aún se encuentran bastante alejadas de aquellas abonadas en pleno boom inmobiliario.