Hasta hace unos días, los llamados “gurús” estaban tranquilos con su trabajo costumbrista y diría que lobbista. Cada uno tenía una “onerosa tarifa estándar” para así tener cautivo a millonarios, empresarios, compañías de primera línea, y demás yerbas de los mercados financieros.
Sin embargo, de pronto, la Copa del Mundo Sudáfrica 2010 les ha movido las estructuras, y ahora ha llegado el “Mesías”. Finalmente, no han sido los programas sofisticados de Microsoft, tampoco un nuevo invento de vaya a saber quien, ha desembarcado el nuevo gurú, el pulpo Paul.
Según el hinduismo, un gurú es un ‘maestro espiritual’, es decir, la persona elegida para mostrar el sendero del yoga, con técnicas de meditación, y el señalado a quien se le pedían consejos.
En materia financiera, un gurú es un señor que se le consulta sobre inversiones, una especie de guía viviente de los mercados, que maneja información y contactos privilegiados. Lleva su móvil encendido las 24 horas, los 365 días del año, suele ser recibido por todos, su agenda siempre está llena, y ofrece conferencias exclusivas, a precios, muchas veces estratosféricos.
Señores, les ha llegado la competencia menos, pensada, el pulpo Paul. Y sus números le avalan,acertó 8 sobre ocho, 100% de efectividad, veamos.
Adivinó las cinco victorias de Alemania, frente a Australia, Ghana, Inglaterra, Argentina, Uruguay y sus dos derrotas, ante Serbia y España, además de la gran victoria final de “La Roja” con Holanda.
No atiende en costosísimos pisos construidos en plena burbuja inmobiliaria, sino en una simple pecera del acuario de Oberhausen.
No ha estudiado en la Universidad de Chicago ni ha realizado ningún Master, solo escoge entre dos cajas con las banderas de los dos países en liza y un mejillón en cada una. Entonces, Paul come uno en primer lugar y ello se considera signo de que ese equipo ganará.
Por lo tanto, de ahora en adelante, sería bueno consultarle a este pulpo, cual será la mejor opción en materia financiera, pero les tengo una mala noticia, no tenemos mucho tiempo. Según han comentado “sus jefes”, no le queda mucha vida, estos ejemplares viven tres años, y Paul ya tiene dos años y medio.
Buenas noticias para los caros gurús que no han visto esta crisis, y eso que es la más importante de la historia.