Probablemente, por no decir con total seguridad, la principal pesadilla de un propietario que desea vender una vivienda, es el hecho de contemplar dicha vivienda mes tras mes en el mercado inmobiliario, sin visos aparentes reales de venta; es decir visitas, preguntas, incluso regateos, pero ninguna operación concretada.
Esto es el pan de cada día de muchos propietarios en nuestro país, en casos extremos con viviendas en el mercado de segunda mano desde hace años, lo cual con toda probabilidad no es algo que la gran mayoría de familias españolas que desean desprenderse de parte de sus activos inmobiliarios pueda soportar.
En este período de tiempo de espera, es cierto que probablemente el usuario ya había emprendido un buen número de acciones tendentes a mejorar las posiciones de venta de su vivienda, y es cierto que con toda probabilidad también habrá reflexionado sobre los motivos, aparte de los evidentes relacionados con la crisis del sector inmobiliario, por los cuales le está costando formar parte de ese porcentaje pequeño de viviendas que realmente se venden.
No poseemos una fórmula mágica, sin embargo, hay dos recomendaciones que resultan fundamentales;
Volver a revisar el precio
Esto es muy duro, realmente en este punto es muy probable que el propietario ya haya revisado varias veces el precio de la vivienda, pero, realmente, se hace necesario volver a plantear seriamente el precio de venta con el que pretendemos recolocar la vivienda en el mercado; no debemos olvidar dos cosas, por un lado la caída en picado de los precios desde el año 2007 (superando el 30% de devaluación) y por otro lado una proyección a medio plazo en la que estos precios continúan bajando; la conclusión es simple no podemos ya pensar en lo que nos gustaría, ni siquiera podemos pensar en las plusvalías de antaño, hay que colocar la vivienda en su precio, adecuado a la realidad del mercado, cualquier otra política sobre el precio multiplica las dificultades de venta
¿Estamos negociando correctamente?
A partir de esta reflexión vendría la segunda recomendación que consideramos muy importante para aquellos propietarios que no consiguen vender su vivienda. En este punto damos por supuesto, porque si debiera ser, que propietario ha sido consecuente con el precio, ha sido claro en la información proporcionada a los posibles compradores, y en general se ha mantenido dentro de lo que hoy en día reclama la compra-venta de viviendas, que realmente cada vez tiene menos que ver con lo que reclamaba hace tan sólo cinco o seis años.
Es sin duda el momento de plantearse cuál está siendo nuestra postura negociadora ante los posibles compradores. Leíamos hace poco en un artículo sobre el mercado inmobiliario que la posición de fuerza del vendedor de hace 10 años se ha visto modificada por una posición de fuerza del comprador, mucho más evidente y poderosa, que obliga a unas posturas negociadoras tremendamente flexibles si de vender una vivienda se trata; esto que es aplicable para los restos del sector inmobiliario que operan en nuestro país es también perfectamente aplicable para los particulares; cuestiones como flexibilidad en los horarios de muestra, disponibilidad a responder las preguntas sobre la vivienda o su entorno, disponibilidad a la negociación sobre precios e incluso sobre fórmulas de pago… en definitiva posturas negociadoras flexibles son altamente recomendables para tratar de agilizar la venta de nuestras viviendas.
imagen Geralt pixabay.com
A mi parecer poco acertado buena parte de lo que se dice, parece que se ignora la realidad. Tengo a la venta un piso que heredé en 2008 y puse a la venta en 2010 sin conseguir venderlo hasta ahora. He bajado el precio a la mitad de lo que me lo tasaron para la herencia y realmente se vendían así, pero el problema es que no hay dinero y el posible comprador ha leído que los precios caen y pretenden llevarse el piso por el precio de un coche de segunda mano.
Aunque me cuesta muy caro pagar comunidad e impuestos, he decidido quitarlo de la venta y dejarlo como herencia, los que esperan que lo venda a precio de ruina se han equivocado conmigo y deeben buscar alguien más ahogado, que seguro que lo hay.