Ayer fue muy mal día para los mercados. Las bolsas de todo el mundo vieron fuertes recortes en sus índices bursátiles, como consecuencia de un aumento significativo en el riesgo de impago de Grecia y, en menor medida, de Portugal.
¿Cual fue el detonante de semejante corrección? La rebaja en la nota de la deuda soberana realizada por la calificadora de riesgo Standard & Poors tanto a Grecia como a Portugal produjo una estampida vendedora de los inversores, que ven como la prima de riesgo se dispara.
Ahora bien. ¿Son los casos de Grecia y Portugal iguales? No, nada que ver (aun…). S&P rebajo la calificación de la deuda a largo plazo de Grecia a ‘BB+’ desde ‘BBB+’, lo que coloca la deuda helena en grado especulativo o ‘bono basura’, con perspectiva “negativa” y dejando abierta la posibilidad de más recortes. ¿Portugal? La nota de la deuda a largo plazo ha sido rebajada hasta ‘A-’ desde ‘A+’ con una perspectiva “negativa”.
Ambas causas son diferentes. Mientras que en el caso de Grecia es bien conocido desde hace meses, donde la rebaja es el resultado de actualizar la valoración de los desafíos políticos, económicos y presupuestarios a los que se enfrenta su Gobierno en su intento de colocar la deuda pública en una trayectoria sostenible. Este último punto, con un spread de riesgo país que la ubica pagando 861 puntos básicos más que los bonos alemanes, hace que la deuda pública emitida sea prácticamente insostenible en el tiempo.
La rebaja de la nota de Portugal, otra de las economías periféricas de la zona euro con problemas (recordemos, las otras son España, Irlanda y, en menor medida, Italia), por su parte, refleja la opinión de S&P en particular y del mercado en general respecto al incremento de los riesgos fiscales a los que se enfrenta el país, apuntando que el nuevo escenario económico contempla que el Gobierno luso podría tener dificultades a la hora de estabilizar sus elevados niveles de deuda para 2013. La Agencia destaca a su vez la debilidad estructural de las finanzas públicas portuguesas a pesar de las reformas del sector público.
Más allá de la falta de objetividad de estas mediciones –recordemos que las famosísimas hipotecas subprime gozaban de un rating AAA hasta unos días antes del estallido de la última crisis financiera–, las calificaciones de riesgo reflejan un grave problema en las finanzas de Grecia y, en menor medida, de Portugal.
Ahora bien, para que se haga la idea un poco mejor de donde están parados los principales países en las calificaciones de riesgo, aquí le dejamos la tabla completa de las notas financieras que miden la calificación de la deuda soberana, en las que se miden:
- La probabilidad de pago, teniendo en cuenta la capacidad y la intención
- La naturaleza y cláusulas de la emisión
- La protección ofrecida en caso de quiebra o cesación de pagos
Sabiendo el concepto básico de una calificación o nota, las mismas se dividen de acuerdo a la siguiente tabla, teniendo en cuenta es que se le puede agregar a las calificaciones un signo más (+) o menos (-), que significan posiciones relativas a fortalezas o debilidades dentro de la categoría:
Categorías de Inversión
- AAA: Extremadamente Fuerte. La mayor calificación. (EEUU, AAA / Alemania, AAA)
- AA: Muy Fuerte. Difiere muy poco de la AAA (España, AA+)
- A: Fuerte. Un poco más susceptible a los cambios económicos que la AA (Portugal, A- / Chile, A+)
- BBB: exhibe parámetros de protección adecuados. No obstante, cambios económicos pueden reducir su capacidad de pago. (Islandia, BBB- / Hungría, BBB- / Brasil, BBB)
Categorías de Emisiones Especulativas
- BB: Poco vulnerable. Puede enfrentar dificultades en la capacidad de pago frente a condiciones económicas adversas. (Grecia, BB+)
- B: Vulnerable. Puede enfrentar graves dificultades en la capacidad o intención de pago frente a condiciones económicas adversas. (Argentina, B- / Ucrania, B-)
- CCC: Muy vulnerable. Su capacidad de pago depende de condiciones económicas y financieras favorables. En caso contrario, probablemente el emisor no pueda cumplir con su compromiso. (Ecuador, CCC+)
- CC: Fuertemente vulnerable. Se ahondan los problemas descriptos en CCC.
- C: Extremadamente vulnerable a un incumplimiento de pago. Se utiliza en general cuando se solicita la quiebra del emisor pero aún así se realizan los pagos de la deuda contraída.
- D: Se encuentra de hecho en cesación de pagos. Se ha formalizado el incumplimiento de la obligación
En fin. Con los bonos de Grecia en grado especulativo y con perspectivas de rebajas aun mayores, es de esperar una huída de los bonos griegos en el tan mentado “salto a la calidad“, que no hará otra cosa que empeorar las finanzas griegas si no se hace algo, y pronto, por ellas.
Ya hemos visto esta historia varias veces (la más grave y evidente, el crack de Argentina 2001), con problemas muy similares a los de la economía griega de la actualidad, y casi todos terminan de la peor manera. Aunque en este caso, si Europa decide salir en ayuda de Grecia (una ayuda real, no un “apoyo moral” como el que estamos viendo), las cosas podrán suavizarse un poco.
Por lo pronto, el efecto contagio ya ha comenzado. El mercado ha determinado que la próxima víctima sea Portugal. ¿Y luego que sigue? Si, pensamos lo mismo. España está al pie del cañon, aunque si se llegase a este punto, estaríamos frente a una hecatombe en Europa, de la que no se salvará nadie, ni de este lado del Atlántico ni de la otra parte del mundo.
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