El número de activos digitales se ha multiplicado de manera exponencial en los últimos tres años. Factores como el fenómeno de los NFT está aumentando de manera vertiginosa la cantidad de criptomonedas en el mercado y esto hace que sea difícil catalogarlas o crear grupos diferenciados. Uno muy concreto, aunque amplio, es el de las criptomonedas basura.
Contrariamente a lo que pueda parecer las denominadas ShitCoins tienen una larga trayectoria. De hecho, en los primeros compases del mundo de las criptomonedas a comienzos de la pasada década, se denominaba moneda basura a toda aquella que no fuera Bitcoin.
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Qué son las criptomonedas basura
Obviamente esto cambió pronto cuando los inversores entendieron que también podían ganar dinero con otros activos digitales, pero, sobre todo, cuando determinados activos digitales como Ethereum comenzaron a presentar sus cartas de utilidad.
Sin embargo, el termino de criptomoneda basura no se ha marchado, se sigue utilizando, y, de hecho, cada vez se utiliza con mayor profusión. Vamos a tratar de entender los motivos.
En primer lugar, debemos determinar qué son las criptomonedas basura. Aunque existe una gran amplitud a la hora de poder definirlas, algo común en el mundo de los activos digitales, realmente podríamos decir que se trata de monedas digitales que realmente tienen un valor residual, o directamente no tienen valor.
Dentro de las criptomonedas basura deberíamos distinguir tres grandes grupos (aunque podría haber más realmente):
- Los proyectos fallidos: Se trata de activos digitales que no han llevado a buen puerto sus proyectos, o que su tasa de adopción ha sido mala. Han ido perdiendo su valor hasta quedar en un valor residual, o directamente nulo
- Criptomonedas de prueba: realmente lanzar un activo digital es una acción simple, existen aplicaciones a[…]Leer noticia completa en la fuente original