Puede parecer redundar el afirmar la dificultad en la búsqueda de empleo en nuestro país para los millones de conciudadanos que se encuentran inscritos dentro de los servicios públicos de empleo en busca precisamente de ese empleo que les saque del paro. En muchos casos y cada vez en mayor medida, paro de larga duración.
Resulta también por robar una evidencia la constatación de que por ejemplo el desempleo juvenil tiene una incidencia verdaderamente tremenda dentro de nuestra juventud, alcanzando porcentajes prácticamente desconocidos en la serie histórica actual que arranca en el año 1981. Sin embargo, no podemos olvidarnos de otro perfil que realmente añade más complicaciones a las existentes a la hora de la búsqueda de trabajo, nos referimos a las personas mayores de 50 años en situación de desempleo.
Debemos tener en cuenta que según los datos actualizados al final del último trimestre de 2012 se contaban cerca de 1 millón los desempleados en nuestro país de más de 50 años. Con un dato añadido realmente preocupante, ya que de esta cifra prácticamente algo más de un tercio tienen estudios y perfiles laborales cualificados o altamente cualificados. Esto viene a indicar que, efectivamente, la edad es probablemente uno de los elementos que más cuenta a la hora de aceptar o rechazar una contratación.
Esto resulta especialmente complejo cuando acudimos a la legislación de nuestro país que nos indica que la solicitud de edades concretas o perfiles de edades asociadas a la oferta de empleo siempre deben acompañarse de causas objetivas directamente relacionadas con el puesto de trabajo que se oferta. Una medida que en teoría busca precisamente eliminar la discriminación por edad de las ofertas de empleo. Ciertamente, esto es la teoría…
En la práctica y cada vez en mayor medida, vamos a encontrar perfiles verdaderos requeridos en prácticamente todos los modelos de contrato en los segmentos más diversos de nuestro mercado laboral. Es cierto que existen ventanas por las que se filtran pequeños rayos de luz en el sentido de la potenciación en determinados segmentos muy concretos del llamado hecho diferencial senior como valor y activo a tener en cuenta, pero es algo que aún no resulta generalizado.
La sobrecualificación como excusa
Entre otros elementos que suelen presentarse como negativos en la búsqueda de empleo para estos perfiles de edad se encuentra sin duda la sobrecualificación a la que dedicaremos también un artículo futuro y que se ha convertido en un término realmente muy utilizado a la hora de justificar el rechazo de candidatos cualificados y con estudios con edades superiores a los 50 años.
No todo son malas noticias
En cualquier caso no todo son malas noticias. Es cierto que en sectores como la hostelería la reinserción laboral media, según algunos estudios del año pasado, para este perfil de edad viene a estar entorno a los cuatro meses. Aunque, obviamente, no debemos olvidar el importante componente estacional que la hostelería presenta nuestro país.
En definitiva un panorama realmente complejo que obliga a las personas mayores de 50 años en desempleo a plantearse situaciones que incluso reflejan un paso atrás en el escalón de la progresión laboral.
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