Sólo los ricos están preparados para superar la reforma de las pensiones

Las palabras del vicepresidente de la Comisión Europea y comisario de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rhen, sobre la necesidad de que el Gobierno de Mariano Rajoy continúe con la reforma de las pensiones han tenido poco eco en la prensa diaria. Cierto, todos los medios han reflejado sus declaraciones. Pero pocos han sabido explicar lo que esto va a suponer para los futuros pensionistas que accedan a esta condición en los próximos años.

La primera pregunta que le puede venir a un ciudadano de a pie es: ¿Cómo, pero no habíamos aprobado ya la reforma de las pensiones con el Gobierno de Rodríguez Zapatero? ¿Entonces qué ha pasado? Sencillamente lo que muchos economistas, como los de Fedea, y analistas del sector del ahorro para jubilación advirtieron en su momento: “Es una reforma insuficiente que no garantiza el equilibrio en los próximos años”.

De cobrar el 90% del sueldo, a percibir sólo un 50% con las nuevas pensiones

Los españoles tenemos una pensión (base regulatoria en la jerga de los actuarios de seguros) que cubre en la actualidad el 90% por ciento del último salario percibido para las rentas medias. La reforma de las pensiones que aprobó el Gobierno de Zapatero suponía, en resumen, que en el 2027 pasaríamos a percibir una pensión que, según los casos, sólo cubriría entre el 50% y el 60% del último sueldo percibido.

Con la “profundización” que ha sugerido Olli Rhen, básicamente lo que ocurrirá, según los agentes del sector de ahorro para la jubilación, es que este proceso de “aterrizaje suave” y escalonado que se aprobó en enero de 2010 se adelantará sustancialmente en el calendario. Muy probablemente a 2017 o 2020, toda una faena que va pillar a muchas personas con los deberes sin hacer.

¿Cómo le puede afectar el nuevo recorte de las pensiones?

La situación no da para más y los europeos son conscientes de que si tienen que comprar bonos y obligaciones con vencimientos en los próximos cinco y diez años, el Estado español debe quitarse el lastre de unas pensiones que aumentarán sensiblemente el gasto público. Esto, en efectos prácticos, se traduce en tres ejes principales de la reforma de las pensiones que afectan cada uno de forma directa a diferentes colectivos.

  • Jubilarse a los 67 años está a la vuelta de la esquina. Hasta el momento, la ampliación de la edad de jubilación afecta directamente a los nacidos a partir de 1960, los que ahora tienen unos 52 años (véase grafíco adjunto). En principio un mal trago, pero asumible pues todavía tenían un tiempo por delante para preparar un retiro, que a ciencia cierta no será “de oro”. Pero un adelanto del calendario transitorio en siete o diez años, supondrá un importante quebranto de los planes de jubilación para todas aquellas personas que están ahora en la franja de los 55 los 60 años, a los que en principio la ampliación sólo les afectaba parcialmente.
  • 20 años cotizados en lugar de 15, plazo mínimo para cobrar la pensión. Fue la segunda medida de la reforma de Rodríguez Zapatero, también sujeta a régimen transitorio. El problema será el mismo si se adelanta el calendario. En este caso, serán los autónomos y un importante colectivo de mujeres entre los 45 y los 60que se verán perjudicados por la siguiente vuelta de tuerca de la reforma que nos venderán en unos meses.
  • Para calcular la pensión se tendrá en cuenta toda la vida laboral. Fue uno de los asprectos que logró frenar el anterior gobierno. Sería el que más perjudicaría a los futuros perceptores de la pensión pública. Según los técnicos, las pensiones gran parte de la población se verán reducidas al 50% o 60% del último sueldo del trabajador. En un periodo de crisis como el que tenemos por delante, donde mucha gente deja de cotizar por estar en largos periodos de desempleo, esta medida tendrá efectos positivos.

¿Está usted preparado para el “pensionazo” que viene? La mayor parte de las clases medias y bajas españolas no lo está, ni tendrá posibilidades de estarlo. Sólo las rentas altas, que ya tenían instrumentos privados de ahorro para la vejez (como los planes de pensiones o seguros de jubilación), podrán sobrellevar el tsunami que se viene para los más mayores dentro de unos pocos años.

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