¿Finalizó el boom de las participaciones preferentes? Tal vez esta pregunta parezca un tanto complicada de responder hoy, pero lo cierto es que este tipo de inversiones ya no viven la realidad que gozaron en 2009.
La aplicación de las nuevas reglas de Basilea III (las emitidas no cumplen con los requisitos para computarse como recursos propios básicos –Tier 1) llevará a las preferentes en circulación a perder un atractivo que en estos momentos ya han caído por los resultados producto de la crisis financiera.
A largo plazo, si le sumamos los nuevos ratios de solvencia que deberán registrar desde 2013 este mercado vivirá modificaciones. Recordemos que a partir de ese año, contabilizarán en el Tier 1 por el 90% de su importe nominal, y su eficacia irá bajando en 10 puntos porcentuales cada año, hasta que se conviertan en emisiones sin ningún tipo de efecto sobre la solvencia en 2022.
Una de las opciones que tienen las entidades financieras es lanzar ofertas de compra por estas participaciones o amortizarlas por el 100%.
Entre las posibilidades que bancos y cajas tienen frente al nuevo escenario, una de ellas es retirar poco a poco estos instrumentos financieros, pero con un precio de compra por debajo del nominal. Esta situación no sería nueva ya que el año pasado Pastor, Sabadell, Caixa Galicia o Caja España, entre otras lo hicieron.
¿Cuál es la ventaja? La diferencia entre el nominal y el precio al que compran se contabiliza como beneficio, y así les permite reforzar susolvencia.
Otra posibilidad pasa por la amortización de los títulos. Esta situaciónllevará a los inversores a vender forzosamente las participaciones al emisor, aunque a cambio recibirán el 100% del valor nominal.
Sin embargo, el mercado ofrece diferentes posibilidades para renover las preferentes. Otra de las posibilidades puede ser canjear las títulos en circulación por otros que sí cumplan con los requisitos que exigen las nuevas normas.
En este caso, el cambio deberá ser voluntario aunque en estos casos se debería analizar cada caso en particcular con las condiciones del canje y los tipos de interés (debería ser más alto respecto al actual) con abono de la remuneración discrecional.
Otra de las situaciones que contemplan los mercados es la decambiarlas por acciones clásicas que cotizan en Bolsa. Aquí, se sustituyen por capital de máxima categoría, con canje voluntario.
Según los folletos registrados en la CNMV, las cajas y bancos españoles cuentan con unos 29.000 millones de euros en preferentes en circulación.
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