Cada pocos años, los demógrafos elevan sus estimaciones sobre la longevidad humana. Hace tiempo una persona con setenta años era considerada como alguien de avanzada edad, pero actualmente hay personas que con esa misma edad corren maratones, cortan árboles y se preparan para tener una larga jubilación. Ahora los noventa años es como los setenta hace tiempo. ¿Quién podría quejarse?
Bueno, hay inversores que podrían hacerlo, según explican desde Seeking Alpha. En algunos países, una sociedad que está envejeciendo con rapidez puede suponer una fuerte carga fiscal en pocos años. Pocos trabajadores jóvenes pagando la jubilación mezclado con un crecimiento explosivo de la longevidad podría hacer temblar la economía de cualquier gobierno.
Dado que muchos países ya acumulan grandes cargas de deuda -en España sólo hay que ver las deudas de las CCAA en el segundo trimestre– que deberán refinanciar con nuevas emisiones de deuda, cabe esperar que los inversores en bonos demanden mayores intereses una vez vean lo difícil que será para algunos de estos países vivir más allá de sus posibilidades económicas.
Japón nos sirve como primer ejemplo de bomba demográfica. De acuerdo con el Departamento Demográfico de las Naciones Unidas cada familia japonesa tiene como media 1.4 hijos (muy por debajo del índice de reemplazo, 2.1), y cuando esto está acompañado de una fuerte restricción inmigratoria, esto ha llevado a que la media de edad en Japón se haya elevado. La esperanza de vida en Japón es la más alta del mundo con 83 años, y se podría acercar a los 90 en pocas décadas.
Como se puede ver en este gráfico, Estados Unidos va por la senda de tener el porcentaje más alto de trabajadores con menos de 65 años en 2050, si lo comparamos con China, Europa y Japón.
La inmigración y los nacimientos son la clave
Una de las principales razones por las que Estados Unidos puede a tener un porcentaje tan alto de trabajadores con menos de 65 años es por lo relativamente abierto de su sistema de inmigración y el tamaño de las familias. Muchos son los países que tienen familias pequeñas (sobre todo en Europa y Japón) o tienen una ley de inmigración muy restrictiva (como Australia y Japón).
En Rusia, una combinación de familias pequeñas y una alta mortalidad infantil (a menudo a causa del alcoholismo así como factores ambientales), está llevando a un descenso de la población, que ha caído de los 150 millones a 141 en los últimos quince años, y podría descender a los 130 millones en 2030 si hacemos caso a los demógrafos. Un descenso de la población hace mucho más difícil de manejar las crecientes deudas que sufren los gobiernos.
Los mercados miran al futuro
No será hasta después de 2050 cuando se espera que comience a recuperarse población. Las economías de los gobiernos todavía se están preparando para lo peor, y el déficit caerá más a menos que sus economías crezcan rápidamente, los distintos gobiernos están comenzando a tomar medidas administrativas. Y algunos están esperando a ver cómo se desarrollan los acontecimientos. A medida que las deudas se vayan refinanciando en los próximos años, se espera que suban los intereses que se pagan por los bonos del estado.
Echando un vistazo a los países que tienen un mercado más grande, aquí tenéis una breve lista de los países con la deuda como porcentaje de su PIB:
Ahora crucemos los datos de la deuda de esos gobiernos con la población:
Una de las cosas de las que se puede uno dar cuenta cuando se comparan estas tablas, es que esa media está creciendo rápidamente. En Japón, la cifra era en 2005 42.5 y ahora es de 44.6. Por el contrario, países como Israel, Brasil e India tienen una media inferior a 30, supone un buen activo a largo plazo si pueden mantener un sistema educativo fuerte que asegure el trabajo.
Alemania se está convirtiendo en un caso especialmente interesante. La economía industrial del país es el corazón de la sociedad, y una población en claro descenso será incapaz de mantener toda la industria.
Bajas tasas de nacimiento
Como hemos comentado con anterioridad, se necesitan 2.1 niño por familia para mantener estable la población (teniendo en cuenta también la inmigración). De acuerdo con cifras de la ONU más de cien países apenas llegan a esas cifras. La mortalidad infantil es especialmente notable en las economías de rápido crecimiento de Asia.
Los siete que están en riesgo
En la línea de estas tendencias, estas economías podrían tener que afrontar el problema, a menos que tomen medidas
Japón. Una combinación de una fuerte restricción inmigratoria, familias pequeñas y una gran deuda nacional no es el mejor de los cócteles. No está claro cómo Japón va a poder afrontar el futuro ya que en las dos últimas décadas no ha sido capaz de mostrar que sus líderes hayan tenido la cohesión necesaria para sacar a este país adelante.
Grecia. Al tiempo que Grecia se ocupa de sus problemas económicos, podría encontrarse en un tiempo con una economía más pequeña. Es más, se podría dar el caso de que el mejor activo que tiene, las personas más preparadas, salgan del país en busca de nuevas oportunidades.
Italia. En varios sentidos, es increíble que Italia no haya caído ya en una espiral de deuda como Grecia. La edad media del país es alta, la deuda es importante y la industria textil y zapatera que siempre han sido claves en su economía están siendo superadas por los países asiáticos. Italia es ampliamente conocida por la incapacidad de sus gobernantes a llegar a acuerdos y hacer sacrificios necesarios. Se les está acabando el tiempo.
Corea del Sur. El crecimiento de este país en las dos últimas décadas ha sido impresionante. El país ha llegado a la situación que tenía Japón hace veinte años, relativamente próspera pero menos equipada y menos competitiva. El sistema bancario de Corea es tan opaco como el Japonés y a su gobierno no le apetece nada forzar a sus conglomerados empresariales a realizar importantes cambios.
Estados Unidos. En algunos aspectos, Estados Unidos resiste gracias a una política inmigratoria débil y grandes familias. Pero el país está cavando su propia tumba fiscal y va a necesitar en esfuerzo tremendo de consenso para poder salir de él. La actual política ambiental no es nada prometedora.
Reino Unido. El Nuevo gobierno del Reino Unido ha mostrado que ha hecho un gran esfuerzo con el plan de austeridad. Pero algunos tienen miedo de que tanta austeridad lleve a los ciudadanos a perder los logros sociales alcanzados hace treinta años.
Mexico. Este país está en la lista simplemente porque en gran medida depende económicamente de Estados Unidos. Cualquier debilidad en Estados Unidos podrían suponer una crisis en México en forma de altos niveles de desempleo.
Los inversores necesitan poner mucha atención en el desarrollo global de la economía. Si el déficit presupuestario sigue creciendo, el mercado global de bonos seguirá creciendo. Y con mucha deuda que refinanciar más altos serán los intereses. Muchas grandes compañías pueden crecer, pero el marco macro económico indica que los inversores tendrán que ser mucho mas cuidadosos a la hora de escoger donde van a poner su dinero.
Encontrar las mejores empresas en cada continente es probablemente la decisión más prudente.