Uno de los productos financieros más solicitados por los clientes son las tarjetas bancarias. En primer lugar, la necesidad de comprar a plazo y en cuotas se ha convertido en un estilo de vida para los españoles, y en segundo término, los bancos y las cajas han inundado el mercado con este tipo de medios de pago, que mantienen cautivos a sus clientes.
Sin embargo, no todos leen la letra pequeña de los contratos, y muchas veces escogen una mala oferta, en un mundo de plásticos con muchísimas ofertas para todos los bolsillos. A pesar de que existen miles de productos diferentes, la mejor alternativa es, sin lugar a dudas, la más barata, y esto se traduce en no pagar comisiones por ellas.
Por lo tanto debemos estar atentos y escoger la que mejor se adapte a nuestras finanzas, que nos ofrezcan descuentos y se transformen en una forma de ahorrar dinero, pero por sobre todas las cosas, que no nos signifiquen un coste al bolsillo.
Para ello, hemos preparado una guía con las comisiones que las entidades financieras pueden cobrarnos, y que nosotros deberíamos prestar atención para intentar escoger un producto que nos evite pagarlas.
En primer lugar es importante conocer que la normativa española da libertad a las entidades para fijar las comisiones, pero debemos exigir como consumidores que se incluyan en los contratos que se suscriben entre la banca y sus clientes, y nos deben informar de cualquier modificación, con anterioridad a los cambios.
Podriamos decir, que las comisiones de las tarjetas de débito y crédito pueden ser comunes y existen específicas de las tarjetas de crédito como también, otras comisiones bancarias.
Dentro de las comisiones comunes tenemos:
- Comisión por emisión, renovación y tenencia de tarjetas que consiste en un importe fijo que el cliente paga al momento de la emisión y cada año por su renovación. Esta comisión depende del tipo de tarjeta.
- Comisión por retirada de efectivo en cajeros automáticos y ventanillas. La mayoria de los bancos nos cobran por retirar dinero en los cajeros automáticos y el monto varía dependiendo de la red a la que pertenezca el cajero automático siendo más altas si lo hacemos fuera de nuestra red (a débito muchas veces suele ser gratuita). Según lo estipula el Banco de España, es obligatorio que los cajeros le informen de la comisión y los gastos de la operación antes de que se realice ( Orden del Ministerio de la Presidencia de 24 de abril de 2003 ).
- Comisión por consulta en cajeros de saldos y movimientos. Esta dependerá si se realiza en un cajero perteneciente a la misma red que el emisor de la tarjeta o en uno de una red diferente.
Además de las comisiones comunes, existen otras específicas de las tarjetas de crédito como:
- Comisión por cancelación anticipada en caso de pago aplazado, por devolución antes de tiempo del dinero cuyo pago esté aplazado.
- Comisión por excedido, la cual pagamos cuando se supera el límite de crédito pudiéndo ser fija, variable o mixta.
- Comisión por reclamación. Esta situación ocurre en momentos que el cliente se retrasa con sus pagos, por lo que la entidad le notifica e insta a que se ponga al día.
Finalmente puede cobrarnos otras comisiones bancarias, ya que siempre existirá un motivo para cobrarnos algo nuevo. Entre las posibilidades existen por duplicados de tarjetas, por traspasos de saldo de la cuenta asociada a una cuenta de efectivo o carga de una tarjeta monedero, por extractos especiales, por activación de pagos a través de teléfonos móviles o dispositivos similares, por estampación de fotografías o logotipos en la tarjeta.
En fin, muchas de estas comisiones pueden evitarse, busque productos que se adapten a sus necesidades y no se deje seducir por la mera publicidad, porque en las campañas todo es muy bonito, pero en la vida real, las cosas no son tan amables como parecen.