La permuta de pisos o casas consiste en un intercambio directo de inmuebles entre propietarios, sin que medie dinero alguno, que puede ser temporal o permanente.
El trueque fue el primer sistema comercial que usó el ser humano. Aunque puede considerarse en desuso y siempre queda a la sombra del dinero, el intercambio de bienes nunca ha llegado a desaparecer del todo. La nueva o renovada mentalidad que han traído la economía colaborativa y otros movimientos similares parecen dejar un pequeño espacio al trueque.
Ese intercambio se hace con diversos bienes, sobre todo, de la mano de webs que ponen en contacto a los interesados, a ambas partes. Esas páginas permiten que compradores y vendedores de diversos productos puedan negociar y llegar a un acuerdo, pero también lo hacen con personas que ofrecen algo para ser sustituido por otra cosa que, en principio, es de valor similar. Aunque esta regla no siempre se cumple, porque en esta práctica comercial influye el valor monetario, aunque igualmente otras variables. Ello ocurre, por ejemplo, con coches o inmuebles. En las próximas líneas vamos a centrarnos en este segundo caso: descubre el trueque de viviendas.
El trueque de viviendas
Sí, aunque pueda resultarte sorprendente, también hay gente que permuta casas. No es que resulte muy común, pero se hace. Para que te sitúes, hasta noviembre de 2018 se intercambiaron 1.272 viviendas, lo que supone un escaso 0,15% de las más de 857.000 transmisiones totales, según los datos que ofrece el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Ese porcentaje tan exiguo se debe, en primer lugar, a que la permuta de viviendas es una alternativa poco conocida y que, por tanto, pocas personas se plantean. Por si fuera poco, incluso poniéndose en la tesitura de que alguien tenga constancia de esta práctica, primero, debe estar interesado en llevarla a cabo. A ello hay que añadir que debe encontrar un bien permutable que sea de su agrado y, además, dar con otra parte a la que le guste el inmueble que ofrezca. Da la sensación de ser carambola imposible. Sin embargo, hay operaciones de estas características que llegan a buen puerto.
Aunque su propio nombre indica en qué consiste esta modalidad, cabe recordar que la permuta de viviendas es un intercambio directo de inmuebles entre propietarios, sin que medie dinero alguno. El correspondiente contrato obliga simplemente a las dos partes a entregar su casa al otro. Aunque también es minoritaria en el ámbito rural, la permuta de viviendas resulta más frecuente entre dueños de fincas rústicas.
El intercambio definitivo de viviendas entre particulares se denomina contrato de permuta y está regulado en los artículos que van desde el 1.538 al 1.541 del Código Civil.
La permuta de viviendas, alternativa a la compra y a la hipoteca
Dicho lo cual, el trueque de viviendas puede resultar atractivo, aunque sólo sea porque puede hacer que te evites de un plumazo la compra del piso o la casa y, como consecuencia, deja igualmente en la cuneta a las hipotecas. Lo cual no es poca cosa. En ese sentido, aquí te descubrimos cuáles son los gastos de constitución de una hipoteca y quién los paga.
Asimismo, tampoco habrá renta que pagar mes tras mes. Es decir, que la permuta de viviendas, teniendo sus pegas, puede hacer que seas uno de los afortunados que no paga ni hipoteca ni alquiler para cambiar de residencia, ya que partes de la condición de propietario y la conservas al final del proceso. A pesar de que parezca un engaño, es posible comprar una casa sin firmar hipoteca con el banco.
Cambiar mi casa por otra, mejor sin hipotecas
El aspecto de la propiedad, siendo importante, no es imprescindible. Si no hay hipotecas de por medio, el intercambio es más sencillo. Si no eres el dueño del bien porque te quedan letras de la hipoteca a las que hacer frente -a ti, a la otra parte o a los dos-, también hay posibilidad de efectuar una permuta de viviendas. En ese caso, si estás valorando esta opción, tienes dos salidas: descontar el préstamo restante al valor de la propiedad o subrogar la hipoteca.
Si estás valorando otras posibilidades, pueden interesarte ciertos trucos para vender o alquilar tu vivienda rápido.
Intercambio de casas sólo para las vacaciones
La modalidad que tiene más éxito en el trueque de viviendas es aquel que se realiza de forma temporal para ir de vacaciones. Esta permuta de propiedades tuvo un notable desarrollo durante los años más duros de la crisis, al ser una opción que permite un considerable ahorro de costes. Para empezar, evitas pagar el alojamiento, pero también puedes hacer uso de la vivienda para cocinar, lavar, etc. Así que el gasto vacacional se recorta de forma considerable.
El intercambio de inmuebles para uso vacacional se localiza, sobre todo, en las zonas donde mayor concentración de turismo se produce. El funcionamiento es sencillo en extremo: consiste en ponerse de acuerdo con otras personas que residan en el destino deseado para pasar las vacaciones e intercambiar la casa gratuitamente durante un determinado periodo de tiempo.
Impuestos que pagas al permutar una propiedad
Aunque no hay transacción directa de dinero, Hacienda quiere su parte en el intercambio de viviendas:
- El impuesto sobre transmisiones patrimoniales y actos jurídicos documentados, que se aplica a los dos inmuebles.
- El impuesto sobre el incremento de valor de bienes de naturaleza urbana, popularmente conocido como plusvalía municipal.
- La ganancia o pérdida patrimonial en el impuesto de la renta de las personas físicas (IRPF).
A ellos hay que añadir los gastos de notaría y registro de la escritura de permuta, que lo más justo es que sean al 50%, aunque ese aspecto no está contemplado en las leyes y es preciso acordarlo previamente.
Ventajas del trueque de viviendas
Como casi todo en esta vida, la permuta de viviendas tiene aspectos positivos y negativos. Entre los primeros, cabe destacar los que figuran a continuación.
- Como se ha comentado, el intercambio de casas está exento de pagos directos, no hay dinero de por medio.
- Tampoco hay firma de préstamos ad hoc con bancos. En ese sentido, puede interesarte saber qué son las hipotecas verdes.
- Conservas la condición de propietario.
- De la misma manera, te evitas abonar una renta mensual, que es un gasto recurrente considerable (¿qué parte de tu sueldo destinas al alquiler?).
- Puedes cambiar de aires, incluso de forma drástica, y hasta de estilo de vida. O quedarte en la zona que ya residías o en un lugar cercano. O buscar un acomodo intermedio. La permuta de viviendas se caracteriza por su polivalencia a la hora de elegir.
Desventajas de la permuta inmobiliaria
No obstante, hay también inconvenientes en el trueque de viviendas:
- El mercado a tu disposición es muy limitado, porque pocas personas se sirven de esta modalidad para cambiar de residencia.
- Lo ideal al cambiar de piso o de casa es que sea para subir un peldaño en algún sentido (calidad de vida, valor de la vivienda, etc.). Sin embargo, la permuta inmobiliaria te marca los márgenes en el valor que tenga tu propiedad. Por supuesto, lo deseable es convencer a la otra parte de llevar a cabo el intercambio incluso aunque su inmueble sea mejor.
- El estado de la casa a la que vas puede que requiera hacer una reforma, lo cual obviamente implica gastar dinero.
Así que ya sabes: si te apetece cambiar de aires, si quieres mudarte de la ciudad al campo o viceversa, si prefieres vivir en un sitio tranquilo o bullicioso, que sea soleado o cercano a la nieve, pero no tienes para pagar una nueva casa, el trueque de viviendas puede ser una opción práctica.
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