Como viene siendo habitual en este último año, los gobiernos y organismos oficiales reservan para el fin de semana las decisiones más importantes, aquellas que realmente deberían cambiar la tendencia de los mercados y sobre todo la estructura financiera mundial. La reunión del Comité de Basilea de Supervisión Bancaria no ha sido una excepción a esta regla.
Después de meses de debate y de escuchar diferentes propuestas, los reguladores se han decantado por endurecer la actual normativa, conocida como Basilea II y dar paso una reforma que pasará a denominarse Basilea III. De forma resumida, se puede decir que el comité ha optado por fortalecer la solvencia de los bancos obligándoles a aumentar su ratio de Tier1, es decir, su capital de calidad y sus reservas. Esto es precisamente lo que se mide en los famosos test de estrés a la banca.
En concreto, del actual 2% se pasará al 4,5%, aunque no de forma inmediata. No será hasta 2013 cuando empiecen a aplicarse las subidas. En realidad, Basilea III diseña una hoja de ruta de ocho años hasta 2018 que incluye otra serie de medidas adicionales para fortalecer las cuentas de las entidades bancarias. De esta forma, también se establece un colchón de protección adicional del 2,5% que se dotará con el mismo tipo de capital -el de máxima calidad- para que en el citado plazo de ocho años cualquier banco y caja dispongan de un core capital del 7% como mínimo.
Las exigencias también serán mayores porque se endurece la definición de lo que se condera Tier1, como explica la Nota de Prensa del Comité (en inglés). En términos generales se trata de un paso en la dirección correcta y así lo han expresado desde el Banco Central Europeo (BCE), la Fed y otros organismos internacionales. Sin embargo, el plazo de ocho años dado para alcanzar el citado 7% de mínimo y el de cinco para el 4,5% no dejan de ser excesivos y sobre todo un un signo de la endeblez de la banca mundial.
En Europa, la banca alemana será una de las más afectadas y de hecho desde El País publican un artículo titulado «Alemania logra más tiempo para las entidades semipúblicas» donde explican parte de las medidas. En España, por el contrario, los últimos resultados de los test de estrés sitúan a la mayoria de entidades en una buena situación y con un Tier1 por encima del 8%, por lo que el ajuste será mucho menor.
Basilea III supone un mayor control sobre la forma en la que los bancos manejan los bancos y el mayor ejemplo de la nueva dirección que está tomando el mercado financiero mundial. A esta hay que sumar el endurecimiento ante los derivados financieros destinadas en teoría a limitar la especulación con las ventas a corto al descubierto o los famosos CDS -seguros ante el impago de la deuda-.