El rescate de la banca española, parece que no trae más que disgustos. Tras el contundente rechazo del mercado, ahora son las agencias de calificación las que llegan a dar la puntilla al herido. La última en hacerlo ha sido Moddy’s que esta madrugada ha rebajado de un sola vez la nota a España en tres escalones. Para la agencia estadounidense la deuda pública española ha pasado a categoría Baa3, de A3, lo que en la práctica significa que se queda a las puertas del denominado bono basura.
La verdad es que la nota de entidad financiera no tiene desperdicio, asegura que el motivo para bajar el rating a España es que ha tenido que solicitar un rescate para sus bancos de 100.000 millones de euros y no esta cantidad dobla la cuantía previa estimada por Moody’s. Esto en otro contexto podría significar que quien ha hecho las cosas mal ha sido Moody’s por no acertar con la cifra, pero no el castigo se lo dan al otro.
Una vez más, en esta crisis, parece las agencias de rating tienen mano libre para hacer, aunque sea mal, lo que les dé la gana.
En cualquier caso, la agencia insiste en su informe en algo que ya todo el mundo ha dicho, excepto el Gobierno de España, «está claro que la responsabilidad de apoyar a los bancos españoles recae en el Gobierno español» porque el préstamo del FEEF será gestionado por el Ejecutivo que preside Mariano Rajoy.
Moody’s ha asegurado que el rescate de la banca «empeorará considerablemente» la posición del Gobierno en relación a la deuda, al tiempo que ha pronosticado que, con el préstamo, el ratio de la deuda pública «aumentará hasta alcanzar cerca del 90% del PIB este año y continuará aumentando hasta la mitad de la década».
Además tras el rescate, la agencia considera que el acceso del Estado a la financiarse en los mercados queda muy limitado. «Desde la perspectiva de Moody’s, esta es una situación insostenible». Mucho más con las continuas bajadas de rating por parte de las agencias.
Tras resaltar que los rescates de Portugal, Irlanda y Grecia son diferentes al español, ha destacado que la cuantía del préstamo solicitado por España es mucho menor que la de los tres países, toda vez que sólo representa el 10% de su PIB.
Moody’s ha puesto de relieve una serie de «factores» que deben aclararse para valorar la capacidad del Gobierno de hacer frente a la deuda del país: «la clarificación» de las preguntas sobre los pormenores del rescate que «continúan abiertas», el tamaño del pasivo que tiene el Gobierno y que quedará delimitado por las auditorías externas de los bancos que se darán a conocer el 31 de julio, la posibilidad de que la UE adopte medidas a nivel fiscal y de unión bancaria, y, por último, el impacto del rescate de la banca a la hora de regenerar la confianza de los mercados en los bancos españoles y la extensión de la deuda que el Gobierno ofrece al mercado.
Además de dejar la deuda española a un paso del bono basura, Moody’s ha rebajado la calificación del Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB), que pasa de ‘A3’ a ‘Baa3’, «en línea con el rating» de la deuda soberana, y también ha reducido su evaluación a corto plazo del Gobierno español de ‘P-2’ a ‘P-3’, la misma degradación que el rating a corto plazo del FROB.