Hemos llegado a una situación limite con la deuda de muchos de los países de la Eurozona, situaciones que parecen no tener solución. Las políticas de austeridad son necesarias para intentar adelgazar unas estructuras que se han ideo creando que eran insostenibles. Una estructuras que ningún político sería capaz de suprimir si no se ve entre la espada y la pared. Por esa parte Europa esta avanzando con interesantes logros pero no parece que ese pueda ser el camino para la solución de las deudas que acumulan muchos países.
La reducción de gastos esta contrayendo la economía y la presión de la financiación exterior esta subiendo el tipo de interés de una deuda que comienza ya a ser el problema. Independientemente de los esfuerzo que hagamos en ser competitivos y de tener una estructura ágil en nuestro pais, nada de eso podrá solucionar el problema de la deuda si encima el tipo de devolución sube tanto como para anular cualquier efecto de reducción gastos. No podremos llegar a los objetivos de déficit si tenemos que cargar con una mochila de un tipo de interés excesivo.
Llegados a este punto y pese a la oposición de alemania, la solución no puede ser otra que combatir esta deuda con la inflación. En un informe que he leído de Flossbach von Storch calculan que inflación necesitaríamos para pasar de un deficit del 100% al 60%. Pues incluso con un déficit del 3% solo necesitaríamos una inflación del 5,5% para conseguir esa reducción de deuda. Es algo parecido a lo que les paso a nuestros padres con las hipotecas de sus casas, que en parte fueron pagadas por la inflación que dejaba al final las cuotas en muy bajas.
El problema de la inflación es que quita poder adquisitivo a los que han acumulado un capital y también que nos rebaja nuestro poder adquisitivo cada año. Pero mas grave parece la escasez de empleo que puede ocasionar un entorno de poco crecimiento económico. Necesitamos inflación se pongan como se pongan los alemanes.