Podría haber titulado este artículo de una manera menos dramática, alertando la ausencia total de medidas, a lo largo de estos últimos meses, para evitar la retirada de depósitos, con la consiguiente pérdida de clientes, pero entiendo que al lector la gestión de empresas financieras le interesa poco. Lo que realmente le interesa es saber que va a suceder con Bankia, si sus ahorros se encuentran a salvo, recibirá prestamos de la misma y, finalmente, si nos va a terminar costando dinero a los contribuyentes.
Según ha informado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), sólo en el tercer trimestre, la entidad ha perdido 2.605 millones, y la morosidad ha escalado al 13,3 % a cierre de septiembre, frente al 7,6 % de un año antes, ya que cuenta con 25.314 millones de dudoso cobro. Y esta tendencia se mantiene.
El incremento del desempleo a lo largo de lo que resta de este año – y del año 2013 – seguirá incrementando la morosidad.
La estrategia adoptada por su actual Presidente José Ignacio Goirigolzarri, protagonista, en el 2009, de una más que “sorprendente jubilación anticipada a los 55 años” para un Consejero Delegado del BBVA (con pensión anual de tres millones de euros) se basa en la pura mejora de “ratios de explotación”.
Este tipo de instrumentos de gestión puede llegar a parecer muy saludable, pero que aumenten los “márgenes de interés” puede ser debido a una caída en el volumen de crédito, algo que está sucediendo en Bankia, cayendo desde 184.000 millones de euros a 165.400 millones de euros, solo en los nueve primeros meses del año.
Un proceso parejo han sufrido los depósitos de clientes, que han experimentado una caída del 12,62%, dejando a la entidad con un volumen de 98.793.
Y así podríamos revisar ratio tras ratio.
Y con esta situación ¿estarán nuestros depósitos seguros?: pienso que sí; nuestro Gobierno ha comprometido al Estado para evitar que se produzca este tipo de escándalo.
¿Esto quiere decir que Bankia me concederá créditos? Difícilmente le otorgará un euro, ni este año ni el próximo, salvo que sea para renovar otro crédito de difícil cobro, o para adquirir alguna de sus numerosas viviendas adjudicadas, tan por encima de los precios del mercado actual.
Pero si Bankia vende sus activos inmobiliarios ¿conseguirá hacer frente a sus deudas?
Salvo que el Banco Malo De Guindos adquiera esos activos “a precios razonables” muy superiores a la realidad del mercado, una empresa que como Bankia, que no cesa de perder clientes, difícilmente será capaz de devolver lo que debe.
Dado que el FROB – que para mí es el autentico Banco Malo, ya que se ha quedado con toda la basura de este país, en forma de entidades financieras – ha adoptado a Bankia, les mentiría si no les dijera que las pérdidas de esta entidad las terminaremos pagando los contribuyentes, eso sí, en cómodos plazos.
El análisis de D. José Barta simplifica con la lucidez del sabio, lo que nos cuentan de manera complicada y tergiversada aquellos que, o bien no lo entienden, o bien quieren hacernos ver gigantes donde hay molinos.
Yo sigo viendo molinos, pero si Barta también los ve me quedo más tranquilo. El que está intranquilo es mi bolsillo.