Santander pone fin a la agonía de Banesto

La crisis financiera se ha cobrado su nueva víctima: Banesto. Con el anuncio de fusión por absorción que está deliberando el consejo de Banco Santander se pone fin a la singladura de una entidad, el Banco Español de Crédito, que nació en Sevilla hace más de cien años. La operación no ha sorprendido al mercado ya que las cuentas que se habían hecho los analistas no excluían esta posibilidad, dada la abultada caída de beneficios registrada por la entidad hasta el tercer trimestre, un 83% menos que en el mismo periodo de 2011.

 

En opinión de Javier Flores, Responsable del Servicio de Estudios y Análisis de Asinver, Banesto, Banco Sabadell y Banco Popular eran las tres entidades de tamaño mediano que enfrentaban la necesidad de lograr capital en solitario para cumplir con los ratios de solvencia, tarea nada fácil.

Conviene recordar, continúa Flores, que Banesto debía hacer frente a 1.300 millones de euros en provisiones para cumplir con el requisito mínimo de capital de solvencia del 9% (core tier 1), que actualmente se sitúa aproximadamente en el 8,6%, lo que significa un déficit de capital de 458 millones para llegar a una posición cómoda del 9,5%. Eso teniendo en cuenta la transferencia de algunos activos a la joint venture con Santander, que se había anunciado previamente.

De modo que cabe interpretar que, ante la dificultad de lograr el capital necesario en solitario o mediante alguna otra alternativa como ventas de activos o de oficinas y, descartado el estigma de una ampliación de capital, solamente ha quedado englobar la entidad bajo el paraguas protector del Banco Santander, en una operación que hábilmente disimula las dificultades de Banesto por continuar en solitario.

«Impacto positivo para los actuales accionistas que reciben una prima interesante», asegura Flores. No en vano, Banco Santander está dispuesto a pagar 3,73 euros por cada acción de Banesto que no controla para absorber a la entidad, lo que supone una prima del 24,9%. La euforia en Bolsa es incuestionable. Las acciones de Banesto se han disparado más de un 20% en su vuelta al parqué( junto con las de Santander han estado suspendidas buena parte de la manaña) hasta los 3,61 euros por título, cerca del precio que está dispuesto a pagar la entidad cántabra. Por su parte, los títulos de Santander caen un 0,9%.

Pero esta alegría de los inversores contrasta con la de los trabajados. » 700 oficinas representan aproximadamente el 40% de la red comercial del banco y cabe esperar una caída del negocio de Banesto próximo al 25%. Pero ese será problema del Banco Santander, especialmente hábil en el negocio de convertir una crisis en oportunidad», analiza Javier Flores.

La operación se ha llevado a cabo con la habitual y exquisita discreción con que la entidad maneja estas situaciones. Hace unos días en un almuerzo con analistas se limitaban a indicar que tenían entre manos dos operaciones en fase de due diligence.  Y se ha negado en repetidas ocasiones. Pero, previsiblemente no será la única compra de Santander en 2013, especialmente si se retrasa la implementación de Basilea III.

«Banco Santander logra mantener la apariencia de fortaleza y desacoplamiento de la situación española, a pesar de que comparado con sus homólogos internacionales comienza a mostrar dificultades en el cumplimiento regulatorio. Va por detrás de acuerdo a los criterios de Basilea III, que exige para el banco unas necesidades adicionales de capital de 15.000 millones, por lo que sería una buena noticia que se retrase su implantación», recuerda Flores.

Claro que no  faltan quienes alegan que la anunciada fusión por absorción de Banesto por Banco Santander es la consecuencia de un fracaso: la venta de Banesto, por la que no se han interesado los grandes bancos internacionales presentes en nuestro país. Lo cierto, es que sorprende que la decisión implique el relevo del actual equipo de dirección. La responsabilidad del proceso de integración de Banesto en Banco Santander volverá a recaer sobre Alfredo Saénz, la persona que se encargó de gestionar el reflotamiento de Banesto, desde que fuese intervenido el día de los inocentes de 1993 hasta el año 2002.

La pregunta del millón es si, Sáenz será capaz de sacar provecho a los activos de la entidad, por cuya presidencia han pasado Patricia Botín y dos ejecutivos más desde 2010, momento en que la hija de Emilio Botín dejó la presidencia, en plena crisis financiera, para dirigir en Londres la filial británica de Banco Santander.

 

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