Algo empieza a oler mal en el oro cuyo aspecto debemos tener muy presente desde ya, especialmente si tenemos cualquier tipo de interés depositado en él.
Hace cinco días alertábamos acerca de la plata, (que ya ha caído un 6% desde entonces) y hoy quiero mostraros los elementos clave que debemos vigilar en el otro metal precioso por excelencia.
Para ello, me gustaría que dedicarais unos poco de vuestro preciado tiempo a darle un vistazo a los 8 primeros minutos de este vídeo grabado en la última edición de Bolsalia, en los que explicamos las etapas por las que se suelen mover todos los activos cotizados, ya que su comprensión os ayudará a entender lo que podría estar gestándose en el oro.
Ahora que ya entendéis las 4 fases que mueven los mercados, fijaos en el aspecto técnico del oro (podéis verlo vosotros mismos en ProRealTime con tiquer GCXXXX).
Tras una fase alcista iniciada hace alrededor de 12 años (mayo de 2001), el metal dorado podría estar formando un techo que os he teñido en rojo sobre el gráfico superior. Como hemos aprendido en el vídeo, dichas fases de techo, son el preludio a mercados bajistas.
Si hacemos una ampliación de la zona del posible techo podréis apreciar un claro soporte que ronda los 1570-1540$. Ese es el punto que en caso de perderse daría paso a una nueva etapa bajista en el oro, momento en el cual no deberíamos permanecer bajo ningún concepto con este activo en cartera si no queremos enfrentarnos a daños severos.
Si miramos el gráfico del oro a más largo plazo (en escala mensual) la figura de posible techo también resulta evidente.
Este es un hecho por sí solo muy preocupante, pero todavía lo es más si además de confirmarse dicho techo prestamos atención a la señal Atlas activa en el oro en escala mensual. Estas alertas en escalas de tan largo plazo no deben de ser tomadas a la ligera, puesto que advierten de movimientos violentos de gran magnitud y relevancia.
Por último, prestad atención a la siguiente imagen de largo plazo que nos muestra el rendimiento del oro desde el año 1975 hasta la actualidad.
En él, podéis apreciar mediante el indicador RSCMansfield de largo plazo (52 meses) cuándo el oro ha sido un activo recomendable para la inversión por su buen comportamiento relativo (RSCMansfield por encima de cero), y cuándo no lo ha sido por su mal comportamiento.
En la década de los 70 y hasta principios de los 80 el indicador reflejaba el buen comportamiento del metal que sirvió como refugio de la elevada inflación de la época. Esto cambió a finales de 1981, cuando el indicador indicó que el oro no era un activo de interés, y así se mantuvo hasta durante 20 años, concretamente hasta el segundo semestre de 2001 cuando de nuevo el dinero volvía hacia el oro en busca de refugio. Esto se ha mantenido hasta principios de este 2013, cuando el indicador vuelve a advertirnos (ver área ampliada en la imagen) que la cosa se está empezando a poner oscura en el oro, poniendo punto y final a su recomendación de sobreponderar en agosto de 2001.
Debemos estar atentos a esa pérdida de soportes en el oro porque podría poner punto y final a negocios que han florecido a la sombra de la siempre alegre tendencia alcista y lo que es peor, generar grandes disgustos a aquellos que no quieran abrir los ojos y darse cuenta de que la fiesta se acabó.