En momentos donde el Euribor vive valores mínimos históricos, parece una excelente oportunidad para contratar una hipoteca convencional a tipo de interés variable en euros. Esto se traduce en un ahorro en la cuota mensual para quienes revisan su préstamo.
Sin embargo, los clientes que contrataron su hipoteca en yenes o francos suizos no corren con la misma suerte. Este producto que conleva un riesgo elevado, ya que dependerá del valor de esa divisa distinta al euro.
En medio de la crisis, quienes han optado por esta opción cargan con una deuda mayor a causa de la apreciación de la divisa elegida, por lo que el tipo de cambio les ha jugado una mala pasada, en especial para los que hace un par de años se inclinaron por un préstamo hipotecario en yenes o en francos suizos.
¿Por qué no conviene en este momento?
Estas dos monedas fueron las más favorables para endeudarse, ya que tanto su cotización frente al euro como su bajo nivel de tipos de interés de sus economías, eran parámetros que convenían, sin embargo, desde julio de 2007, tanto la moneda japonesa como la suiza se han apreciado mucho.
En otras palabras, el importe del crédito solicitado dos años atrás ha crecido el mismo porcentaje que la divisa. Es decir una hipoteca en francos suizos contratada por 200.000 euros ahora se traduce en 274.000 euros.
¿Qué puedo hacer si tengo una hipoteca multidivisa?
La primera opción es esperar que el tipo de cambio sea favorable para cambiar esa deuda a euros y no perder dinero.
La otra salida es asumir esa pérdida y convertir ahora la hipoteca a euros, y así evitar que se incremente aún más el capital pendiente.