A pesar de los serios problemas que siguen afectando a Portugal y que la crisis no tiene aún visos de desaparecer del todo, la noticia cuanto menos es sorprendente a la par que esperanzadora: tras dos años y medio de recesión, el PIB portugués ha crecido un 1,1% en el segundo trimestre de este año con respecto al trimestre anterior. Más sorprendente si cabe si tenemos en cuenta que ha sido el porcentaje más alto de toda la Unión Europea, según el Instituto Nacional de Estadística portugués.
¿A qué se debe este crecimiento inesperado? Pues según los principales analistas al desarrollo de las exportaciones, que han crecido en un 7,3%, con una amplia mejora en mercados como Brasil, Angola, Argelia, Marruecos o China, además del aumento de capacidad de refinado de la empresa petrolera lusa Galp.
Hay otros factores que han beneficiado el incremento del PIB en Portugal. Especialmente llamativos son los datos sobre la inversión, que pasó de reducirse en un 15,9% a solo un 2,3%, y el consumo, que pasó de encogerse de un 6% a un 2,6%. Números que dan un poco de optimismo a los analistas financieros del país vecino, pero que todavía no dicen mucho entre la sociedad, que sigue sufriendo recortes, despidos y otros efectos devastadores.
La crisis continúa
Solo hay que echar un ojo a las estadísticas del paro en este mes de agosto, donde se ha superado ya la barrera del 17%. A esto se le añade la llegada el próximo 16 de septiembre de los representantes de la troika. Un desembarco que en Portugal se asemeja a la venida de los jinetes del Apocalipsis. ¿Hasta dónde afectarán los nuevos ajustes que el Gobierno portugués quiere negociar con la troika? Se esperan pues días de incertidumbre en el país luso.
Precisamente el próximo 29 de septiembre Portugal vivirá unas elecciones municipales que pueden marcar un poco el devenir del 2014 económico del país. Se sale de la recesión, sí, un pequeño alivio, pero para nada se saca el cuello de la crisis.