Por segundo año consecutivo, los estudiantes universitarios de la Comunidad de Madrid, se encuentran ante una subida del 20% en las matrículas del curso 2013-2014. Un incremento acumulado de un 65%, que se traduce en una subida de entre 300 y 600 euros, dependiendo de la rama educativa.
El curso completo, de 10 asignaturas en 1ªmatrícula de un Grado de Ciencias Sociales, estaría en torno a los 1600 euros frente a los 1200 de años anteriores. En cuanto a 2ª,3ª y 4ª matrícula unas subidas de entre un 30 y un 100%.
Otra de las novedades de este curso que acaba de empezar, es la posibilidad de pagar la matrícula en un mayor número de pagos. Durante los años previos al “tasazo”, las posibilidades eran pagar el importe íntegro o en pago fraccionado de tres plazos. Este año los plazos aumentan a 6. Esto es un alivio para algunos estudiantes, que gracias a esto podrán pagar el curso académico con más facilidad. Pero detrás de este cambio, se encuentran las dificultades de los alumnos para poder hacer frente a estos plazos.
Se estima que 3500 alumnos de las universidades madrileñas han tenido que abandonar sus estudios por falta de recursos y unos 7000 van a tener serias dificultades para poder hacer frente a estos gastos.
Con estas subidas las universidades de la Comunidad de Madrid se colocan a la cabeza en la lista de las universidades públicas con las tasas más altas de España. Frente a otras que han decidido congelar los precios o aumentar las tasas un 2%, en torno al IPC.
Una de las razones para explicar esta subida de las tasas es “exigir un mayor rendimiento al estudiante”. Pero, lo que muchos se preguntan, es si realmente estas subidas aumentarán el rendimiento. Un alumno que tiene que pagar su curso académico y trabajar para poder hacerlo, ¿hasta qué punto se le puede exigir un mayor rendimiento?