Si, como ocurre en las películas, alguien despertara en nuestro país tras un profundo sueño de, digamos, cinco años, obviamente se iba a encontrar con grandes novedades en todos los órdenes de vida, y, dentro de estas novedades, con toda probabilidad, le resultaría muy difícil reconocer el panorama de la banca en España.
Si este hipotético sueño alcanzara otros cinco años atrás en el tiempo, el cambio de foto fija de la banca española es radical, tan radical que, efectivamente, en poco o nada se parece el entramado bancario de comienzos del presente siglo al actual.
Parece interesante en este sentido repasar, sobre la base de las principales entidades financieras de nuestro país, esos importantes movimientos de adquisiciones, fusiones y adjudicaciones tras nacionalización que han ocurrido en los últimos años, prestando especial atención a los últimos cuatro años donde, es cierto, en mayor medida se ha modificado la citada foto fija de la banca española.