Puede que el emprendedor tenga la mejor idea para su empresa, pero que no cuente con la liquidez precisa para llevarla a cabo. En esos casos, existen variados recursos como los concursos para startups, a través de los cuales podemos obtener la financiación precisa para saltar al ruedo empresarial.
Para conseguir un crédito para nuestro negocio no solo se necesita una idea con fuelle y que nos asista un poder de convicción a la altura de un político de raza, sino que también es necesario tirar de ingenio y saber husmear entre los filones crediticios que parecen jugar al escondite con el emprendedor. De este modo, además de las clásicas oportunidades que nos brindan los bancos a través de préstamos concebidos para los nuevos empresarios (aunque suelen plantearnos unas exigencias difíciles de satisfacer), podemos optar a concursos que premian con crédito a la mejorstartup o a programas donde diferentes inversores buscan negocios con proyección y que necesitan su respaldo financiero para seguir creciendo, además de préstamos online que se conceden sin aval. Así que si quieres lograr la hazaña de la liquidez para tu proyecto empresarial, quizás te interesen los párrafos que siguen.
Obtener un crédito mediante un concurso enfocado a los negocios incipientes
En la línea de reconocer con crédito el trabajo y las ideas capaces de generar negocio se inscriben numerosas iniciativas como Operación Emprende, StartupCompetition 2014 o el Programa Yuzz.
Así, Operación Emprende auspiciada por Bancaja, y que está a punto de dar a conocer a los premiados de su última edición, supone un espaldarazo no solo económico, sino también formativo a través de su Academia para Emprendedores. Por lo tanto, se esmeran en la puesta a punto del nuevo empresario que, una vez culminada su estancia en el centro, dispondrá de las herramientas necesarias para lidiar con el mundo empresarial.
Por su parte, la StartupCompetition 2014, que acaba de convocarse y que anda en la busca y captura de esos genios del emprendimiento patrio, se ha erigido en un excelente escaparate donde mostrar el potencial de nuestro negocio y convencer a los inversores acerca del acierto de invertir en nuestra idea. No en vano, en la anterior edición los 50 proyectos finalistas obtuvieron una financiación cercana a los 30 millones de euros. Un montante nada desdeñable dada la poca confianza en lo nuevo que cunde entre los bancos.
Otra vía en la que cabe posar los ojos si nuestro cometido es obtener crédito y formarnos para dirigir una empresa es el Programa Yuzz. Aunque éste acota su radio de acción a emprendedores muy jóvenes, dado que solo pueden solicitarlo aquellos con edades comprendidas entre los 18 y 31 años, cuyos proyectos tengan un cariz tecnológico. Dicha propuesta, que el próximo 23 de abril cerrará su plazo de presentación de solicitudes, otorga tres premios: un primero de 30.000, un segundo de 20.000 y un tercero por valor de 10.000 euros.
Los préstamos online también constituyen una alternativa
Sin embargo, puede que a nuestro emprendedor no le seduzca nada la idea de competir con otros para lograr la hazaña de la liquidez. En esos casos, se puede contemplar la opción de los préstamos online; un salvoconducto hacia el crédito que en los últimos años está subiendo enteros.
Por lo tanto, si nos urge el crédito y no estamos para lucir palmito empresarial en concursos destartups, el empresario puede decantarse por empresas como TrustBuddy o Cashper. Así, TrustBuddy apuesta por una suerte de comunidad web donde los usuarios se reúnen para pedir dinero prestado, mientras que otros se ofrecen a prestarlo. Las cantidades rondan entre los 100 y los 1.000 euros y supone una novedosa forma de recaudar fondos.
Cashper, que en su día seguramente también sería una startup necesitada de crédito, concede sus peculiares préstamos online por una cuantía máxima de 500 euros y sin necesidad de aval. “Tu amigo financiero”, como se presenta en Internet esta compañía, te ofrece la oportunidad de solicitar un nuevo crédito cuantas veces desees. Quizás el montante que prestan esta clase de franquicias parezca escaso, pero la historia está plagada de empresas que emergieron con poco dinero, pero con mucho tesón. Y esa mercancía, la del entusiasmo, no hay empresa que te la pueda prestar.