A José María Ruiz-Mateos se le ha atragantado la paella que está cocinando SOS Cuétara. Al menos, ese es el objetivo que persigue el grupo alimentario con la polémica ampliación de capital que acaba de poner en marcha.
Contra todo pronóstico, los bancos acreedores han decidido tirar a la basura la receta inicial y realizar tres ampliaciones por importe de 596 millones de euros que cercenarán el valor de la compañía en bolsa, pero a cambio, facilitará que todos los accionistas puedan acudir a dicha ampliación.
Esta operación es un dardo envenenado contra Ruiz-Mateos, ya que si el grupo consigue el respaldo de los accionistas, al haberse desplomado el valor de la acción, éste logrará blindarse frente al empresario jerezano.
Joaquín García Romanillos, analista de BPI, explica este cambio de planes. “Tenía aprobada una ampliación de 112 millones de euros, pero los bancos le han exigido una cantidad mayor. Por eso, SOS ha cancelado esa operación y ha anunciado una que se adapta a sus necesidades y a las nuevas condiciones que le han impuesto sus acreedores”.
Esta maniobra, en última instancia, consigue a dos objetivos: conseguir dinero para fortalecer su balance y su plan de negocio (la deuda tiene una deuda de 1.041 millones), y protegerse de quienes le quieran comprar, porque les costará más hacerse con el control de la compañía.
De hecho, SOS lleva meses recibiendo ofertas por toda o parte de su negocio de compañías como Ebro Puleva, Ibersuizas, Cambium o Nueva Rumasa. Pero si hay un comprador en potencia ése es Ruiz-Mateos, a través de Nueva Rumasa, cuya última propuesta ha sido una fusión.
“Después de las ofertas hostiles que ha lanzado y de las supuestas alianzas, hay una reticencia enorme dentro de la empresa a acabar en manos de Nueva Rumasa. De hecho, creo que la compañía prefiere emitir más deuda (y canjearla por acciones) antes que fusionarse. De ahí que haya rebajado el precio de las acciones en la ampliación de capital, para asegurarse de que se va a cubrir”, argumenta Javier Alfayate, editor de Acciones de Bolsa.
Esta operación se realizará a través de tres ampliaciones que sustituyen a una que el grupo ya había anunciado antes de verano. La primera parte será una ampliación de 200 millones de euros a través de la emisión de 400 millones de nuevas acciones, a un precio de 0,50 euros por título. La segunda parte será un canje de participaciones preferentes por acciones (237 millones) y, la tercera, un canje de deuda por acciones (159 millones).
Dentro de la mega operación de 596 millones, el grupo emitirá 400 millones de nuevas acciones a un precio de 0,50 euros por título. Una cifra muy inferior al de su cotización en el mercado (de 1,14 euros al cierre de ayer) y al que estimó en la operación que ha cancelado (de 1,50 euros). Pero todo apunta que el valor se va a ir acercando a los 0,50 euros por acción, por lo que aún cuenta con un potencial de caída en bolsa del 56%.