Detrás de cualquier siniestro en la carretera sólo hay lamentar connotaciones negativas. Lo más grave es la pérdida de una vida humana, pero si se ahonda con detalle en el gasto de los accidentes de tráfico en España la cantidad sería elevadísima. El año pasado el país afrontó una inversión superior a los 9.600 millones en gastos procedentes de la atención, entre la que se encuentra la sanitaria. Aquí se hace mención a todo tipo de víctimas por percances en la carretera. Esta cantidad representa el 0,94% del PIB nacional, como recoge un informe redactado por la OCDE de Seguridad Vial 2015.
Si se profundiza un poco más en esta estadística, gran parte del gasto, un poco menos de la mitad va a parar a la atención de las personas hospitalizadas. En concreto representan unos 4.190 millones de euros, mientras que los heridos suponen unos 3.140 millones frente a los 2.310 millones de euros de las víctimas mortales. En este estudio no se recoge los gastos provocados a la propiedad privada. Son cifras bastante frías que no pueden hacer olvidar a cada una de las víctimas o accidentados en las carreteras del país.
A simple vista puede parecer una cantidad exagerada los 9.600 millones de euros invertidos en España a consecuencia de los siniestros, pero puede cambiar la opinión de la gente cuando comprueben que existe una disminución respecto a otros ejercicios. En 2012 el coste había alcanzado los 10.490 millones de euros, lo que en comparación con las cifras de este año se produje una caída del 9%.
Los mayores controles en la carretera, la seguridad que aportan los vehículos nuevos y el estado de las carreteras ha cambiado bastante el panorama de los accidentes en España en las últimas décadas. No se debe pasar por alto que en 1999 los siniestros de tráfico tuvieron un gasto de 14.480 millones, según un informe que había publicado la Universidad Politécnica de Madrid.
A la hora de entrar en comparaciones con el resto de países de la Unión Europea España consigue unos resultados más positivos que Francia, Alemania e Italia, el donde el gasto derivado de los accidentes de tráfico alcanzaron los 37.300, 32.500 y 24.340 millones de euros, respectivamente. En todos ellos esta cantidad se encuentra por encima del 1% del Producto Interior Bruto. Del 1,7% en el caso de los galos, del 1,6% de los italianos y del 1,2% para los germanos.
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