La pérdida de un ser querido es un momento extremadamente doloroso y difícil de afrontar. Además del impacto emocional, hay una serie de gastos asociados que deben ser cubiertos. En este artículo, exploraremos los distintos gastos que suelen surgir cuando una persona fallece, con el objetivo de brindar una guía completa que ayude a las familias a prepararse y afrontar estos costos.
Gastos a tener en cuenta en caso de fallecimiento
Los servicios funerarios suelen ser uno de los gastos más significativos tras el fallecimiento de una persona. Estos pueden incluir los costes de traslado del cuerpo pueden variar dependiendo de la distancia y los servicios seleccionados. Además hay que tener en cuenta otros procesos como el embalsamamiento, maquillaje, y otros servicios para preparar el cuerpo para el velorio. El coste de un ataúd o urna dependerá del material y diseño elegido.
Servicio de velorio y entierro. Esto incluye el alquiler de instalaciones para el velorio y la ceremonia de entierro, así como los servicios del director funerario. Lápida o placa conmemorativa.El costo varía según el material, diseño y personalización. Por otro lado se encuentran los gastos del cementerio, que suelen cobrar una determinada cantidad de dinero que puede variar por la parcela o nicho dependiendo del cementerio y la ubicación dentro del mismo. Algunos cementerios cobran una tarifa por el mantenimiento de la parcela.
Entre los gastos legales y administrativos encontramos el certificado de defunción. Es necesario obtener varias copias para realizar trámites legales y administrativos. Trámites de herencia. Incluye los costos de notario, abogado y posibles impuestos de sucesiones. Deudas y obligaciones pendientes. Es posible que la persona fallecida tenga deudas o facturas pendientes que deben ser saldadas, como préstamos, tarjetas de crédito, facturas médicas, entre otros.