La demanda mundial de energía sigue en aumento, impulsando la búsqueda de soluciones eficientes y sostenibles en el ámbito de las baterías. En este escenario, surge una interesante pregunta: ¿Puede la sal volver a ser el bien más preciado del mundo? La respuesta podría residir en las baterías de sodio, una alternativa más asequible y resistente que promete cambiar el panorama de almacenamiento de energía.
El desafío de las baterías convencionales
Las baterías de iones de litio han sido dominantes en el mercado de almacenamiento de energía, utilizadas en una variedad de dispositivos desde teléfonos inteligentes hasta vehículos eléctricos. Sin embargo, su producción está vinculada a minerales caros y a menudo escasos, como el litio y el cobalto . Además, la disposición y reciclaje de estos materiales plantean desafíos medioambientales significativos.
En este contexto, las baterías de sodio están ganando atención como una alternativa más sostenible y rentable. El sodio, un elemento abundante y fácilmente disponible, se presenta como una opción viable para abordar los problemas asociados con los materiales de las baterías de iones de litio.
A diferencia de los minerales caros utilizados en las baterías de iones de litio, el sodio es abundante y más económico, lo que podría reducir significativamente los costos de producción . La extracción y procesamiento de litio y cobalto a menudo tienen impactos ambientales negativos. Las baterías de sodio presentan la ventaja de utilizar un material más común y con menor impacto ambiental.
Las baterías de sodio tienden a ser más resistentes al desgaste, lo que significa una mayor vida útil en comparación con las baterías de iones de litio . Esto puede traducirse en una reducción de costos a largo plazo. Las baterías de sodio son versátiles y podrían aplicarse en una variedad[…]Leer noticia completa en la fuente original