De coworking a oficina propia: cómo decidir el momento adecuado para escalar espacio

Pasarte de un coworking a una oficina propia no es solo cuestión de tamaño o de imagen, es cuestión de costes, previsión y equipo, y de si de verdad puedes asumir más responsabilidades sin que te agobien. Lo que hoy te parece ideal en coworking puede convertirse mañana en un cuello de botella. Voy a ayudarte a ver las señales de que puede ser el momento, a comparar lo que pierdes y lo que ganas, y a que tomes la decisión con los ojos abiertos.

Señales de que puede que ya te toque tener oficina propia

Trabajar en coworking tiene muchas ventajas: flexibilidad, no preocuparte de limpieza o suministros, mobiliario ya montado y además cierta comunidad alrededor. Pero llega un punto en el que esas ventajas pesan menos que las limitaciones. Por ejemplo, si tu equipo ha crecido y ya no cabéis cómodos, o si necesitáis espacios privados para reuniones con clientes que no quieres estar reservando cada semana.

También es una señal cuando las cuotas del coworking empiezan a subir tanto que al final estás pagando casi lo mismo que una oficina pequeña. Si sumas extras como salas, servicios de mantenimiento o limpieza, el coste real se dispara. Otro momento clave es cuando la imagen profesional empieza a importar más y quieres que los clientes vean un espacio que sientan como propio. Y, por supuesto, cuando tu negocio exige estabilidad, cuando buscas personalizar el espacio, controlar los horarios, decidir el diseño y la disposición del trabajo.

Qué debes comparar y calcular antes de embarcarte en oficina propia

Tener una oficina propia trae consigo responsabilidades que no siempre se ven al principio: alquiler, luz, internet, mobiliario, licencias, limpieza, seguros… Todo eso hay que ponerlo en la balanza. Lo que deberías revisar con calma es lo[…]Leer noticia completa en la fuente original

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