Los créditos hipotecarios son un arma de doble filo. Por un lado, nos dan la excelente oportunidad de lograr adquirir nuestro hogar abonando una suma fija mensual, similar a un alquiler, pero sabiendo que estamos pagando por algo que, a fin de cuentas, será nuestro. Sin embargo, ¿qué sucede si no podemos pagar todo o a tiempo? Adiós a nuestro piso o casa…
Por esta razón, aparece un método que soluciona la falta de liquidez para afrontar los pagos cuando las casas quedan deshabitadas: la dación en pago. Es una solución relativamente común que las entidades utilizan para saldar las hipotecasde los inmigrantes que regresan a su país de origen. Lo que sucede es que, se dificulta en grandes cantidades y aumenta los costos de cobro para poder encontrar al inmigrante que se va. A esto, añadámosle la terrible necesidad de la banca de contener la morosidad.
No obstante ello, la entrega del inmueble no es suficiente en España para cancelar una hipoteca.
Al parecer, este tipo de métodos resolutivos son comunes en otros países como EE UU, y han salido a la luz cientos de ellos dada la crisis subprime de la década pasada. Por ejemplo, solo en 2010 ascendieron a 118.000.
¿Mora o Dación?
Ahora la dación en pago es un tema que flota en el aire de las distintas comunidades. Tanto, por ejemplo, como la sentencia favorable a la dación en pago de un Tribunal de Navarra, o las promesas electorales de algunos candidatos ponen en vigencia este tema que era tapado y negado por la banca cuando se lo intenta generalizar. Y claro, es porque no les conviene llenarse el patrimonio de activos fijos que no pueden ser comercializados y exprimirles mayor rédito. Pese a ello, no podrán hacer mucho contra la ley dado que las entidades lo están aceptando en el caso de miles de inmigrantes que retornan a su país de origen, para evitar que su tasa de mora se dispare.
Cobrarle a un ex inmigrante lo que debe de su hipoteca es mucho más costoso que mantener el activo fijo dentro del patrimonio de la entidad financiera que otorgó el préstamo. Es un proceso costoso en dinero y en tiempo.
Al día de hoy se han logrado acuerdos de dación en pago para unas 6.000 familias desde que comenzó la crisis. Pero cuidado, no debemos pensar que a todos los extranjeros se les aceptará, es decir: ser inmigrante no es una garantía de aceptación del pago en dación. La decisión corresponde a la entidad, y dependerá de sus intereses.
Para refrescar los datos del país y su sistema financiero, veamos que la mora se encuentra ya en el 6,19%, cuando en 2006 no llegaba al 1%. Asimismo, expertos coinciden con que no se quedará ahí estable o decaerá, sino todo lo contrario, se espera que crezca, al menos, hasta el tercer trimestre de 2011. Si bien la mora hipotecaria es menor (se encuentra en un 2,4%) incluir como morosos a los inmigrantes que vuelven a su país sin haber saldado la hipoteca, eleva la tasa a largo plazo, pues la ejecución se alarga.
Pues bien, parece que al menos la banca empieza a dar el brazo a torcer cuando admite que la práctica es común, pese a que las entidades eluden dar cifras. Pero pensémoslo de otra manera: pido un crédito hipotecario y no lo pago. Acto seguido, la banca «remata» mi hogar, o se lo apropia. ¿No podrían hacer lo mismo sin tener que entrar en un proceso confiscatorio y remate posterior, afectando el historial crediticio del deudor?