En los últimos años la popularización de Internet ha cambiado el modo en que nos comportamos como consumidores. Simplemente, no somos los mismos de antes. Ya no necesitamos ir al supermercado para hacer la compra, podemos hacerlo online. Tampoco necesitamos viajar a un país extranjero para encontrar un determinado producto: podemos pedirlo y nos lo traen a casa.
En España, los últimos datos del INE muestran que el 90,7% de la población había utilizado Internet en los últimos tres meses, con un porcentaje que se acerca al 100% en las capas más jóvenes. Esta revolución también ha llegado a los productos financieros. Cada vez son más los clientes que hacen uso de los servicios de financieras online.
Soluciones financieras online
Ya no es necesario acudir a una oficina bancaria, rellenar densos y farragosos formularios para pedir un crédito, esperar durante días o semanas una resolución y, finalmente, comprobar si la entidad ha tenido a bien conceder o no el crédito. Existen entidades financieras online, como la de esta web, que han agilizado y facilitado enormemente el acceso a crédito.
Se trata de entidades que facilitan un préstamo que permite al cliente disponer de una cantidad de manera rápida, y que suelen fijar unos plazos de vencimiento relativamente cortos. Eso sí, sigue siendo un producto financiero con un coste, que se paga mediante los intereses. Cuanto mayor sea la cantidad prestada y el plazo de devolución, mayores serán los intereses.
Este tipo de préstamos rápidos online se utilizan mucho para financiar el consumo. Los piden personas que, por sus circunstancias o por la cantidad requerida, quedan al margen del sistema bancario clásico. Simplemente no pueden o no quieren solicitar al banco un pequeño préstamo. Por eso, los préstamos rápidos tienen una utilidad parecida a la de las tarjetas de crédito, con una diferencia sustancial: se trata de un préstamo por una cantidad fija. De esta forma, el cliente conoce de antemano la cantidad de la que está disponiendo y cuáles son los intereses que deberá pagar, que dependerán también del plazo de devolución que establezca.
A la vista de sus características, esta solución puede ser interesante cuando surge un gasto imprevisto. Por ejemplo, pagar un gasto extraordinario del dentista, hacer una compra extra, financiar un viaje o realizar un arreglo al coche. Son gastos que se salen del presupuesto mensual habitual, relativamente bajos y para los que conviene tener una disponibilidad inmediata.
Varón, joven y sin hijos, el perfil más habitual
Por todo esto, el perfil habitual del solicitante de estos minicréditos es el de un varón (en un 54%), sin hijos (un 65%), de entre 30 a 39 años (un 34%), empleado por cuenta ajena (76%), según un estudio publicado por Kredito24 a partir de los datos recopilados en las solicitudes que recibieron en el año 2016. Se trata de un perfil corroborado por otro informe del que se hacía eco este artículo de El Economista, donde se explica que el cliente medio de banca online tiene 34 años, unos ingresos de 36.000 euros y reside en una capital de provincia.
Al fin y al cabo, son datos coherentes con el proceso de «alfabetización digital». Son las personas jóvenes, que han crecido y se han educado en un entorno con acceso a Internet y no tienen las reticencias de personas mayores, las que acceden con más facilidad a estos productos y a las posibilidades que ofrece la banca online.
Ese consumidor tipo suele solicitar un importe de entre 150 y 200 euros y valora la simplicidad e inmediatez del proceso que ofrecen este tipo de entidades. También aprecia la privacidad del proceso de solicitud online.