Cómo aplazar el pago del IRPF

Hacienda permite fraccionar en dos el abono de la renta en caso de que ésta salga a pagar, así como aplazarlo por más tiempo si se dan ciertas condiciones.

La campaña de la declaración de la renta de 2018 -que se elabora y entrega en 2019- comenzará en unos días. Muchos contribuyentes lo reciben, en principio, como una buena noticia, ya que calculan que el resultado les saldrá a devolver. Otros, en cambio, se echan a temblar, dado que saben de antemano que les tocará pagar a Hacienda.
Si te encuentras en esa tesitura, puede que te interese decantarte por efectuar ese abono en dos partes. Esa opción está reflejada en el documento de la declaración de la renta, con lo que la tienes a tu disposición. A mayores, puedes también solicitar un plazo más largo de pago, pero esta alternativa no se aplica de forma general, sino que hay cumplir ciertas exigencias. Te contamos cómo aplazar el pago del IRPF.

Aplazar el pago de impuestos a Hacienda

Por regla general, la Agencia Tributaria o la Administración encargada de recaudarlo fija una horquilla temporal durante la que el contribuyente puede pagar el correspondiente tributo. Sin embargo, también suele permitir el fraccionamiento o el diferimiento de los abonos. Es el caso de la declaración de la renta. Así, la primera cuestión es tener claro que existen tres formas mediante las que puedes saldar cuentas con la Agencia Tributaria por el impuesto sobre la renta de las personas físicas, en el que siempre se busca pagar menos.

• Pago único, que es el más habitual y que, como su propio nombre indica, consiste en un solo abono.
• Pago fraccionado en dos plazos.
• Pago aplazado en un mayor horizonte temporal si existen ciertas causas que así lo justifiquen.

Esos diferimientos suelen ser útiles para aquellas personas que han estado cobrando el paro durante el año anterior a la declaración de la renta que corresponda. Y es que, cuando llega el momento de cumplir con Hacienda, algunos de ellos se encuentran con que están entre quienes están obligados a declarar el IRPF al haber tenidos dos pagadores. Ello se debe a que el paro se computa como un pagador más y el dinero recibido, como rendimientos del trabajo a efectos fiscales.

Cómo aplazar el pago del IRPF

¿Qué ocurre si, llegado el momento, no tienes liquidez para pagar la declaración de la renta? En esas circunstancias, si no has planificado adecuadamente el pago de impuestos, la Agencia Tributaria ofrece las dos últimas opciones que ya hemos mencionado y que vamos a explicar a continuación.

Fraccionar el pago a Hacienda en la renta 2018

Según lo dispuesto en el artículo 62.2 del Reglamento del IRPF: «El ingreso del importe resultante de la autoliquidación se podrá fraccionar, sin interés o recargo alguno, en dos partes: la primera, del 60% de su importe, en el momento de presentar la declaración, y la segunda, del 40% restante, en el plazo que se determine. Para disfrutar de este beneficio será necesario que la declaración se presente dentro del plazo establecido», se agrega.
De forma más resumida, en el pago fraccionado abonas primero el 60% del importe que toque al entregar la declaración y después, el 40% restante. En el propio reglamento del IRPF queda contemplada la posibilidad de fraccionar el pago de la renta, sin que tengas que hacer solicitud alguna. De hecho, se trata de una operación muy sencilla, puesto que basta con indicarlo en la última página de la declaración de la renta. Es más, Hacienda ofrece de forma automática la opción de dividir el pago de la renta a todos los contribuyentes cuyo resultado salga a pagar.

No obstante, esa partición del importe que debes pagar se limita a dos plazos, fijando el citado corpus legal los porcentajes sobre el montante que le adeudes a Hacienda. Recuerda que en ningún caso pueden fraccionarse autoliquidaciones complementarias.
Como es lógico, si deseas aprovechar los beneficios del aplazamiento del IRPF, debes presentar la declaración de la renta dentro del plazo establecido. En otras palabras, si entregas el documento más allá de la fecha tope establecida por la Agencia Tributaria, no podrás solicitar el fraccionamiento de la deuda, ni tampoco la carta de pago a Hacienda. En ese sentido, puede interesarte descubrir los olvidos más frecuentes en la declaración de la renta.

Plazos de abono a Hacienda al diferir el IRPF

Además de que el fraccionamiento queda reducido a dos plazos, las fechas tampoco serán las que te vengan mejor. De esa manera, Hacienda te permite efectuar el primer abono a lo largo de los meses de abril, mayo o junio, siempre que la deuda declarada esté domiciliada. En cuanto al segundo pago, en un lapso que se extiende hasta el mes de noviembre. De 2019 en este caso.

Aplazar el pago del IRPF

Sin embargo, aplazar el pago del IRPF es algo más complicado, ya que, en primer lugar, debe existir una causa que así lo justifique para hacerlo. Es decir, debemos ser capaces de demostrar que atravesamos dificultades financieras o de tesorería que hacen imposible pagar o, cuanto menos recomendable, el aplazamiento de la deuda, así como explicar la forma en la que pensamos afrontarla.

En otras palabras, se trataría de pagar una cierta cantidad durante unos determinados meses. El aplazamiento se pacta con Hacienda de forma que se establece un calendario de pagos que debes proponer como contribuyente. Como si se tratase de un crédito, aunque dentro de unos límites mínimos y máximos que la propia Agencia Tributaria aplicará en tu caso.
Puedes solicitar el aplazamiento a través de la sede electrónica de la AEAT siguiente esta ruta: Inicio > Recaudación > Aplazamientos y fraccionamientos > Solicitud de aplazamiento y fraccionamiento del pago de deudas. En ese último apartado puedes realizar la solicitud correspondiente.

No olvides que, en principio, no se puede solicitar el aplazamiento del 100% de la deuda, sino sólo del segundo pago.

Intereses de demora

Si lo que quieres es aplazar el 100% de la deuda, deberás, primero, incumplir los plazos de pago y, una vez entres en recaudación ejecutiva, solicitar el aplazamiento de la deuda. Esto incluye un recargo en forma de intereses de demora.
Finalmente, cabe recordar que, entre la documentación que Hacienda puede requerirte para confirmar tu situación financiera, se encuentran avales, hipotecas, ingresos, bienes inmuebles… Estos datos le servirán para asegurarse el futuro abono de la deuda fiscal. Y es que, dependiendo de la cantidad de la deuda, la AEAT requiere de un aval solidario por parte de la entidad financiera o similar como garantía de pago.

Fraccionar el impuesto de sociedades

Como ya se ha apuntado anteriormente, el IRPF no es el único gravamen que puede aplazarse. Así, al igual que ocurre con éste, Hacienda también permite realizar esta operación a las empresas. En este caso, resulta muy habitual que las cantidades que deben desembolsar muchas compañías son tan elevadas que no siempre disponen de dinero suficiente en caja. Incluso, aun cuando lo tienen, algunas compañías prefieren buscar fórmulas de rentabilizarlo hasta el segundo pago a Hacienda.

El pago fraccionado del impuesto de sociedades o el aplazamiento del mismo deben solicitarse a la Administración central en lugar de a los órganos tributarios autonómicos. También puede hacerse de forma telemática a través de la página web de la AEAT. En cualquier caso, Hacienda exigirá avales y garantías para asegurarse que terminará cobrando esa deuda acumulada.

Aplazamiento del IVA

En esencia, esas mismas reglas se aplican al impuesto sobre el valor añadido (IVA), uno de los que más solicitudes de aplazamiento recibe por parte de las empresas. En este caso recuerda que el hecho de que tú aplaces el pago del IVA afectará también a la otra parte si se trata es una empresa. Es decir, que si tu negocio como destinatario de las facturas optase por retrasar el pago, el proveedor también se vería obligado, en teoría, a retrasar la deducción del IVA repercutido si te sirves del conocido como criterio en caja al que pueden acogerse las pymes.

De nuevo, al igual que en el IRPF, trata de asegurarte de que tendrás el dinero en tu cuenta cuando llegue el momento de afrontar los pagos, ya que en caso de no hacerlo Hacienda te aplicará los recargos que correspondan o, incluso, sanciones.

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