La crisis está provocando que muchos conductores eviten las autopistas de peaje y opten por vías alternativas gratuitas. Esto tiene una incidencia directa en el número de autopistas de peaje que se están declarando en quiebra en los últimos años, ante la la caída de su tráfico diario. En concreto, ya se han registrado caídas del 12,5% del tráfico diario en la primera mitad de este año respecto a 2011, según informó el Ministerio de Fomento.
Esto está poniendo en serias dificultades a sus concesionarias, muchas de las cuales ya se han declarado en concurso de acreedores o han solicitado la ayuda del Estado para hacer frente a la progresiva caída de sus ingresos y la imposibilidad de hacer frente a sus costes.
Esta pérdida gradual de usuarios que desde el año 2006 vienen sufriendo las autopistas de peaje españolas es consecuencia directa de la pérdida de nivel adquisitivo de los ciudadanos y el incremento de precios y combustibles. La lenta recuperación económica que se vaticina en nuestro país para los próximos años, no hace esperar una posible recuperación del sector, por lo que es de estimar que el número de concesionarias que tengan que afrontar dificultades vaya en aumento.
Además, estos datos son anteriores a la subida del IVA, por lo que seguramente su incidencia arroje cifras aún más negativas, pues ha supuesto una umento del 7,5% en las tarifas que los usuarios deben pagar por pasar por los peajes y que ha generado un malestar social que provoco que muchos conductores se negaron a pagar.
Las autopistas en procedimiento de concurso
Entre las autopistas que ya están inmersas en procedimientos concursales o suspensión de pagos encontramos la AP-41 (Madrid-Toledo), AP-36 (Ocaña- La Roda), R-3 (Madrid- Arganda), R-4 (Madrid – Ocaña), R-5 (Madrid – Navalcarnero) y la que recorre el tramo Cartagena y Vera. Otras tienen que afrontar serias dificultades como la autopista Madrid-Guadalajara, que presenta la mayor reducción de conductores con un 22,2%, AP-41, R3 y R5.
¿Deben ser rescatadas?
Ante esta situación, el Ministerio de Fomento se propone reformar el procedimiento para la concesión de autopistas y evitar el gran número de quiebras que se están produciendo en el sector. Los presupuestos del Ministerio para 2012 incluyen 289 millones de euros para otorgar préstamos participativos a estas vías y, adicionalmente se ha ampliado hasta 2021 la posibilidad de que recurran a las cuentas de compensación. Además de estas dos medidas, Fomento también contempla ampliar los plazos de concesión de las vías y promover fusiones entre ellas.
En este punto surgen las discrepancias sobre el rescate a las concesionarias de peajes, ¿Debemos asumir todos sus problemas económicos o dejar que quiebren?, y nos sume en un debate sobre la verdadera utilidad de las mismas existiendo vías alternativas que cubren el mismo trayecto. Realmente, ¿La construcción de autopístas ha sido congruente con la demanda de las mismas?. Es normal, que surjan este tipo de cuestiones si tenemos en cuenta todos los sectores que atraviesan series dificultades como consecuencia de la crisis y los recortes sociales que se están llevando a cabo para reducir el déficit de nuestro país.
¿Qué y qué supone la concesión de una utopista de peaje?
Es un contrato de concesión de obra pública que una administración acuerda con un contratista privado, que se convierte en concesionario de la misma, con el derecho a obtener una contraprestación que puede consistir bien, en la explotación de la obra o en el precio que los usuarios tienen que pagar por utilizar el servicio que presta. El objeto es fomentar la colaboración privada en la construcción de costosas infraestructuras, en este caso, autopistas. Este tipo de contrato da como prerrogativas a la Administración la posibilidad asumir la explotación de la obra ante el posible incumplimiento por parte del concesionario, lo que permitiría barajar como posibles opciones la nacionalización de las autopistas de peaje.
Imagen:CCYuliya Libkina
donde estan las asquerosas empresas que se han forrado estos años pasados y ahora que les va mal quieren abandonar,y como siempre papa estado solo se acuerda de los ricos.